Te pido

Publicado el 22 julio 2013 por Kakadepapa @kakadepapa
Siempre me ha gustado leer, por lo que yo creo que esto 


era inevitable que nuestro inicio fuera aquí, en la biblioteca.

Cuando hay exámenes importantes se debe (o debería) estudiar. Tienes varias opciones: 

- Te quedas en tu casa. Ahí corres el peligro de empanarte cuál pollo rebozado. Te sientas en la silla y te levantas a por agua, luego te falta un libro. A los 5 minutos miras el reloj y es la hora de una de tus series favoritas. O no favoritas, vamos, que si estás solo en casa, o bien tienes mucha fuerza de voluntad, o la voluntad te derrota.
- Vas a la de alguno de tus amigos. Cuando vas a casa de alguien, acabas jugando a la consola o haciendo el indio (forma muy extraña de decir que acabas hablando a gritos en el mejor de los casos, o borracho perdido). Y si hay atracción entre ese alguien y tú es que ni te la acabas.
- Otra opción es el bar, pero por motivos obvios, queda descartada. Al bar no se va a estudiar! Al bar se va a jugar a futbolín, al duro (buahhhh que antiguo soy, ahora sería al euro o a lo que sea, pero en mis tiempos era al duro), o a colarte al lavabo para hacer tus necesidades. Sean las que sean… que en un momento malo, cualquier sitio es bueno.Ahora alguno se va al bar a estar con el móvil todo el día enganchado como si fuera otro de sus órganos vitales. Corazón, pulmones, intestino, móvil, bazo, hígado, etc. Pero vamos, da grima ver a 4 tíos hechos y derechos sin levantar la cabeza de la pantalla mientras ves como la rubia despampanante está ahí sin que nadie le eche un vistazo… Hablo de la cerveza, por supuesto.
Vas a la biblioteca. Me decanté por esta opción, la opción lógica, la biblioteca. Sí, claro, si no tienes 17 años y las hormonas más alteradas que un niño en un Chiquipark.Tarde-noche de febrero. Chándal de botones a los lados, lo que sería el sueño de cualquier stripper. Tú diciendo más tonterías que al hacer un análisis de la poesía de Machado, así que para variar, es ella la que lleva la voz cantante. Opción muy inteligente por mi parte, así si algo sale mal dices: no, no, no... si fuiste tú quién me pidió para salir!  
Y aunque no ha sido un camino de rosas. Mira, mejor dicho sí lo ha sido, pero a veces con espinas y otras veces ha habido que sacar las malas hierbas a bocados, hoy puedo decir sin miedo a equivocarme, que años después ella es la única que de forma incomprensible vive en ella y vive en mi. Un día la conocí y todo cambió. Para mi, para ella, para NOSOTROS.