Revista Literatura
Te pienso
en el comienzo
y fin de cada respiro,
y hasta dormido, entre
tantos sueños, sueño
que te pienso.
Te pienso,
y en los inútiles
intentos de pensar
en otras cosas, se me va
el tiempo, se me va percibiendo
el aroma de una rosa,
mientras te pienso.
Te pienso,
y al pensarte,
las cosas en torno a mí
se van deformando en la ilusión
de parecerse a ti.
Te pienso;
y al pensarte
espontáneamente,
me siento como el mismo
pensamiento que va hacia ti
raudo como el viento
para rozar tus labios
allá a lo lejos.
Autor: Rourke Boada