Te Quiero

Publicado el 11 diciembre 2014 por Ninocactus
Había escrito cien veces: te quiero. Al principio con caligrafía exquisita, uniendo cada letra, terminando cada línea. No había pasado de la vigésimo sexta repetición, cuando su mano comenzó a cansarse. Las formas se torcían desfigurando las palabras. Al llegar a la septuagésima, apenas se entendían aquellos garabatos. Incluso su mente trabajaba sin pensar, de forma mecánica. Antes de terminar, miró lo escrito y se le hizo un nudo en el pecho. Decidió descansar para desentumecer los dedos, y continuó con una ternura renovada. Y así, el último «te quiero» lo trazó con la misma delicadeza que la primera vez.
NiñoCactus