Revista Diario

Te quiero más que a la nada.

Publicado el 12 octubre 2014 por Rubén Rubén García Codosero @RCodosero

¿Qué es la nada? La nada no es un ser abstracto, ni tiene nombre y apellidos. No es un ente, no es un objeto, ni siquiera un personaje de la historia interminable. La nada por definición es la ausencia de todo. No es el frío ni el calor, no es el hambre ni la sed, ni los buenos ni los malos propósitos.

Cuando alguien te pregunta que haces o a que te dedicas no le puedes responder que a nada, porque solamente el hecho de vivir ya es incompatible con la nada. Puede que vengamos de la nada y que alguna vez en nuestra vida nos aproximemos a una curva sin quitamiedos por la que podríamos despeñarnos a la nada más absoluta. Pero hasta la muerte, la nuestra propia no está desprovista de nada. A los que dejemos aquí les dejaremos sensaciones, enseñanzas, amor.

Querer u odiar a una persona amiga o enemiga ya es más  que la nada. Dar esquinazo, obviar, abrazar, besar es más que la nada. Luego si la vida es incompatible con la nada. ¿Para que existe, o para que se creó? La nada según mi opinión personal y sincera, se creó para recordarnos que debemos vivir a cada segundo de nuestro tiempo. La nada nos acecha pero no estamos solos ni un segundo, nos tenemos a nosotros mismos y a quienes nos rodean.

El planeta tiene su luna, el resto de planetas al sistema solar. La galaxia sus estrellas, el universos según Hawking sus otros universos. La nada cose las distancias y la vida se impone y sobrepone sobre toda oscuridad. Somos muy afortunados de no pertenecer a la nada y aunque no nos conozcamos de nada, yo os quiero más que a la nada. Estar seguros de ello.

La nada

Rubén García Codosero


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