Hay frases que siempre me han quedado grandes. Sobre todo la de “has traicionado mi confianza”. Y hoy la pronuncié. Y me sentí tan mal, que luego al ratito, tras esos prontos que me matan, y esos arrebatos de los que me suelo arrepentir al segundito, me fui a buscarte, te abracé y pese a la burrada que te mandaste, te pedí perdón por toda la maldad que salió de mi boca.Me pediste tú también perdón. Me quedé mirándote embobada en el borde de tu cama, como solía hacerlo antes y había olvidado. Te acaricié el pelo e hice caracolas para relajarte, para decirte que ni tú eres perfecto ni yo he sabido en ocasiones estar a la altura. Y te canté aquella nana que inventé con música y letra sólo para ti.Hoy no llovió. Fue un día duro con toques barítonos. A veces esa lluvia llorona y jodida, hasta suele ser una buena coartada en estos casos.Pero ya con tu perdón recostado en mi almohada antes de rendirme y defraudarnos, creo que voy logrando de a poquitos que volvamos a encontrarnos de nuevo, y hasta volver a aprender a querernos.Y tu sueño inminente vino hasta a darme la razón.Y así, tecleando el último aliento de un día sin más, me devuelvo a una realidad que quizás sea tan fea y real, o tan sencilla y soez y al mismo tiempo fugaz, sutil, y agridulce como lo fue la tuya, o como la vuestra.Un día más.
Tecleando
Publicado el 23 noviembre 2012 por Evamric2012Hay frases que siempre me han quedado grandes. Sobre todo la de “has traicionado mi confianza”. Y hoy la pronuncié. Y me sentí tan mal, que luego al ratito, tras esos prontos que me matan, y esos arrebatos de los que me suelo arrepentir al segundito, me fui a buscarte, te abracé y pese a la burrada que te mandaste, te pedí perdón por toda la maldad que salió de mi boca.Me pediste tú también perdón. Me quedé mirándote embobada en el borde de tu cama, como solía hacerlo antes y había olvidado. Te acaricié el pelo e hice caracolas para relajarte, para decirte que ni tú eres perfecto ni yo he sabido en ocasiones estar a la altura. Y te canté aquella nana que inventé con música y letra sólo para ti.Hoy no llovió. Fue un día duro con toques barítonos. A veces esa lluvia llorona y jodida, hasta suele ser una buena coartada en estos casos.Pero ya con tu perdón recostado en mi almohada antes de rendirme y defraudarnos, creo que voy logrando de a poquitos que volvamos a encontrarnos de nuevo, y hasta volver a aprender a querernos.Y tu sueño inminente vino hasta a darme la razón.Y así, tecleando el último aliento de un día sin más, me devuelvo a una realidad que quizás sea tan fea y real, o tan sencilla y soez y al mismo tiempo fugaz, sutil, y agridulce como lo fue la tuya, o como la vuestra.Un día más.