Desde sus ya lejanos inicios en el cine, el procesamiento de la imagen en tres dimensiones ha pretendido reproducir la visión humana en busca de profundidad, dejando atrás la representación plana de la realidad.
Es un recurso que está ampliamente desarrollado, se consolida y se sirven de él disciplinas específicas como la ingeniería aeronáutica y la automotriz, la industria, la medicina o la psicología.
En consecuencia, la tridimensionalidad parece haber venido para quedarse. Su evolución trasciende el tratamiento digital y progresa ampliamente en el desarrollo de la impresión en 3D. Incluso se suele hablar de esta última como de una "tercera revolución industrial". Veremos por qué.
¿Puede esta práctica contribuir a mejorar el mundo? ¿Puede ser beneficiosa para la sostenibilidad medioambiental, social y económica?
La idea de sostenibilidad forma parte de la toma de conciencia global. Aún escuchamos en demasiados ámbitos hacer referencia a este término sólo en relación al crecimiento económico. Sin embargo, es una visión que surge como alternativa al actual modelo capitalista; una opción que procura poner límites y reconducir la economía, de manera que no termine con los recursos que nos ofrece la naturaleza, a la vez que permita el desarrollo de las sociedades en su conjunto.
La definición más conocida se refiere a la sostenibilidad como la capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades futuras. El reto de este planteo consiste en poder desarrollar de manera justa y equitativa las 3 dimensiones de las que se ocupa, que son la social, la medioambiental y la económica, teniendo en cuenta su alta complejidad e interdependencia.
En la todavía instalada sociedad de consumo, ya podemos hablar de desarrollo sostenible o sustentable como una tendencia que se va convirtiendo, poco a poco, en exigencia por parte de los consumidores. A su vez, las empresas van comprendiendo que deben realizar un cambio cualitativo, transformador e ineludible, en este sentido.
La humanidad se enfrenta a innumerables desafíos en el futuro próximo. "Se calcula que en 2050 un 70% de la población mundial vivirá en zonas urbanas y la mayoría de este crecimiento urbanístico se producirá en los países en vías de desarrollo", afirma el apartado de diseño sostenible de la página de Autodesk. Las herramientas de software de esa web, por ejemplo, permiten realizar análisis complejos e integrales en 3D que posibilitan optimizar los sistemas urbanos en pro de la sostenibilidad (infraestructuras, obras públicas, servicios y hasta ciudades enteras).
Premio de diseño urbano sustentable SCA
En el ámbito de la industria y la fabricación, el diseño sostenible va creciendo de manera constante. Durante el proceso tradicional de producción ocurren una infinidad de errores, los que se minimizan con la creación de prototipos virtuales en 3D, que permiten que se realicen análisis hasta lograr su versión física definitiva. Así, se abaratan costes y se efectúan todas las pruebas de rendimiento y eficiencia necesarias, lo que deja ver el ilimitado potencial de la impresión 3D.
En el siguiente video, un resumen de lo visto en el 3D Printshow de Londres 2012:
Por lo que se ve, cualquier empresa puede acceder a esta tecnología y avanzar hacia la sostenibilidad. Está dejando de ser una herramienta utilizada sólo por especialistas para convertirse en un recurso de fácil acceso, tanto a sus diseños como a la posibilidad de impresión.
Se cree que en su evolución podría ocurrir algo similar a lo que sucedió con el uso de los ordenadores o de las impresoras en papel.
La franja de precios de las máquinas más económicas abarca desde los 500 a los 4000 dólares, con las que pueden fabricarse desde piezas para realizar bricolaje hasta el prototipo para cualquier proyecto emprendedor.
La conocida página de intercambio de archivos The Pirate Bay, en el apartado Physibles, comparte objetos para imprimir a quien tenga acceso a una impresora 3D. Ya más especializada, la web de Wings 3D alberga un programa de código abierto, de uso libre y gratuito, disponible para la mayoría de las plataformas, que cuenta con el reconocimiento de una buena parte de la comunidad artística. Similar es el caso de Thingiverse, una comunidad para crear y compartir diseños digitales. O incluso la plataforma Open Source Ecology, iniciativa que cuenta entre sus proyectos con el curioso GVCS (Global Village Construction Set), el cual "permite la fabricación sencilla de 50 máquinas industriales diferentes, que permiten la construcción de una pequeña civilización sostenible, con las comodidades de la vida moderna". Entre la maquinaria cuentan con placas solares, un aerogenerador y, por supuesto, una impresora 3D.
En la línea del diseño open source, un proyecto colaborativo permitió construir una prótesis de mano funcional para un niño, que puede realizarse a escala para ir reemplazándola a medida que el pequeño crezca. Los creadores coinciden en que "hay cosas que simplemente no deberían comercializarse, son necesidades en lugar de deseos".
Llegados hasta aquí es fácil preguntarnos quiénes o dónde querrían prescindir de las múltiples oportunidades que ofrece esta técnica.
La innegable posibilidad de abaratar costes de producción y su fácil acceso permiten vislumbrar por qué puede devenir en la tercera revolución industrial.
Espero que su desarrollo llegue para resolver buena parte de las necesidades humanas. Para eso será importante no sólo imprimir, también pensar en 3D.
Me ha quedado una buena cantidad de información que considero relevante y no querría dejar de compartir. Pero eso tendrá que ser en una siguiente entrada.
¡Hasta la próxima!
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Fuentes y más información:
Sostenibilidad:
- Ecoportal
- Portal Sostenibilidad
- Universidad de Murcia
Diseño sostenible
- El blog de Enrique Dans
- Economía de hoy
- El Cultural
- Ideas que molan
Software libre, gratuito y/o de código abierto
- Fayer Wayer
- Impresiontresde
- Neoteo
Imagen Tierra: M4D Group