Tembloroso cuchillo que suples la pistoladejando en algún pecho la marca y la vitolasublime filigrana con hambre de matar,avanzas lentamente, sin prisas, en la escena,subiendo paso a paso te llegas a la venay acabas la aventura saciando tu manjar,prosigues el camino cortando los latidossiguiendo las cañadas, contienes los gemidos,de un pecho dolorido por causa del amory sigues palmo a palmo buscando el débil vaso,de niños y mujeres, con hombres que, en su ocaso,separan dulcemente, los pétalos sin flor,te veo como sajas y cortas poco a pocola carne del cordero, la brisa del siroco,y afloras, lentamente volviendo a revivir,resuelves tentaciones, remontas la cordura,del hombre inmaculado que sigue en su locura,tratando de estar cuerdo viviendo sin vivir,y así pasan los días y surge la certeza,el verso inmaculado que expone la belleza,la guinda con la nota surgiendo de alta mar,y entonces un susurro, muy tenue y bien escrito,se extiendo por la arena dejando allí su gritode arena bien ardiente que quiere acariciar,aguanta y no vaciles no sientas llanto y pena,un pecho allí te aguarda, con sangre y la cadenaque surge de sus venas y va a tu corazón;ya sé que están las dudas de alondra candorosa,el filo ensangrentado, la tinta con la rosaque surge de los labios llevando una oración,termina tu trabajo, la tarde acaba ahora,hay tiernas margaritas que nadie las añora,los años, los recuerdos, invitan al placer,huir de este cuchillo que busca la quimera,nostalgias de una lengua que intenta la manerade ser tu poesía, cuchillo de mujer.Rafael Sánchez Ortega ©21/12/17
Revista Literatura
Tembloroso cuchillo...
Publicado el 21 diciembre 2017 por Foncho05
Tembloroso cuchillo que suples la pistoladejando en algún pecho la marca y la vitolasublime filigrana con hambre de matar,avanzas lentamente, sin prisas, en la escena,subiendo paso a paso te llegas a la venay acabas la aventura saciando tu manjar,prosigues el camino cortando los latidossiguiendo las cañadas, contienes los gemidos,de un pecho dolorido por causa del amory sigues palmo a palmo buscando el débil vaso,de niños y mujeres, con hombres que, en su ocaso,separan dulcemente, los pétalos sin flor,te veo como sajas y cortas poco a pocola carne del cordero, la brisa del siroco,y afloras, lentamente volviendo a revivir,resuelves tentaciones, remontas la cordura,del hombre inmaculado que sigue en su locura,tratando de estar cuerdo viviendo sin vivir,y así pasan los días y surge la certeza,el verso inmaculado que expone la belleza,la guinda con la nota surgiendo de alta mar,y entonces un susurro, muy tenue y bien escrito,se extiendo por la arena dejando allí su gritode arena bien ardiente que quiere acariciar,aguanta y no vaciles no sientas llanto y pena,un pecho allí te aguarda, con sangre y la cadenaque surge de sus venas y va a tu corazón;ya sé que están las dudas de alondra candorosa,el filo ensangrentado, la tinta con la rosaque surge de los labios llevando una oración,termina tu trabajo, la tarde acaba ahora,hay tiernas margaritas que nadie las añora,los años, los recuerdos, invitan al placer,huir de este cuchillo que busca la quimera,nostalgias de una lengua que intenta la manerade ser tu poesía, cuchillo de mujer.Rafael Sánchez Ortega ©21/12/17
