Templo budista Chen Tien, Wara, aceites y bálsamos

Publicado el 11 agosto 2018 por Ptolomeo1

Foz do Iguaçu es una localidad emplazada en Brasil, en la frontera con Argentina, con quien comparte el privilegio de poseer una belleza natural imponente que atrae a turistas de todo el mundo: las descomunales Cataratas del Iguazú, una de las Siete Maravillas del Mundo. El puente internacional Tancredo Neves es la vía de comunicación entre ambos países desde Puerto Iguazú; desde allí se puede acceder al territorio inquietante de la Triple Frontera y arribar a la ciudad paraguaya de Ciudad del Este.

Pero no todo es belleza natural y hoteles de varias estrellas en Foz do Iguaçu, porque por aquellos misterios que a veces no encuentran explicación en la parte alta de la ciudad se emplaza el Templo Budista Chen Tien, construído a instancias de las comunidades orientales que habitan la Triple Frontera desde el año 1996. Cuenta con más de 120 estatuas en su terreno que reproducen distintas divinidades, entre ellas la del avatar Buda Maitreya que preside el lugar desde sus casi siete metros de altura augurando los tiempos de paz que han de arribar a la humanidad, una vez consumadas las enseñanzas de este nuevo Cristo Planetario.

Vero, profesora de Natha Yoga y budista por convicción, no podía dejar de visitar el Templo Chen Tien en ocasión de su visita a las Cataratas. Seducida por la atmósfera de paz y armonía que se respira en el lugar recorrió los senderos del jardín parquizado, admiró las diversas efigies cuyas manos evocan mudras, esos gestos ceremoniales sagrados que concentran e irradian la fuerza y potencia de la energía, y se detuvo en la tienda de obsequios para elegir generosamente un recuerdo de este lugar pleno de significado. Mientras aguardo el momento de conocer este ámbito venerable, el obsequio de Vero expande su energía en mi pequeño altar particular.

Wara

Las opciones veganas y vegetarianas se han ido multiplicando en estos tiempos de fast food, de la mano de la necesidad de cuidar el templo que nos ha sido dado: el cuerpo físico. La obesidad, el colesterol alto y las enfermedades cardiovasculares se encuentran directamente vinculados con el sedentarismo y los hábitos alimentarios, y esta conciencia, poco a poco, va abriéndose paso entre las ofertas tradicionales.

Devota como soy de la práctica de yoga y de la alimentación que dicha práctica conlleva, celebré la apertura en la ciudad de Wara cuando Andrea me dio la noticia: un espacio confortable y saludable donde la creatividad se fusiona con la calidad, dando como resultado opciones tan ricas como sanas.

En Wara la gastronomía se orienta hacia lo agroecológico y los ingredientes se seleccionan en base al aporte nutricional y al beneficio para el organismo: semillas, cereales integrales, miel pura y vegetales son utilizados para y acompañar y realzar el sabor de los platos, que pueden acompañarse con limonadas y jugos naturales. Algunos productores de la zona, enrolados en el cultivo saludable de la Tierra, son los proveedores pues no utilizan agroquímicos ni fumigaciones para evitar los efectos nocivos de estas prácticas.

En estos días helados de invierno, arribar a Wara después de la oficina para degustar una sopa nutritiva acompañada de pan integral tostado con palta y tomates confitados resulta una bendición para el cuerpo y el alma. De postre, se puede compartir una porción suculenta de budín de amapola y limón.

La fotografía pertenece al sitio web de Wara.

Aceites y bálsamos

En la Amazonía brasileña, la selva tropical de América del Sur que conserva su misión de pulmon verde pues subsiste pese a los desmanes de los humanos, crece una palmera llamada Attalea speciosa, también conocida como coco de Macao. De altura considerable ya que algunos ejemplares alcanzan los 20 metros, ha sido fuente proveedora para los pueblos originarios de hojas, leña y de un óleo que se extrae de sus semillas: el aceite de babassu.

Este aceite resulta útil para la cocina y también como biocombustible; las empresas cosméticas han descubierto su potencial ya que posee propiedades similares al aceite de coco, pero a diferencia de este último resulta menos untuoso y se puede utilizar como lubricante e hidratante así como para otorgar suavidad y brillo al cabello.

The Body Shop ha desarrollado la línea Nutriganics como una opción para aquellas personas que optan por productos elaborados con perspectiva ecológica. Aquí el ingrediente principal es el aceite de babassu, y su empleo deviene en un notable beneficio para la piel del rostro: suaviza, hidrata y contribuye a mantener la tersura tan ansiada. Para completar el efecto benéfico no debe olvidarse la protección solar diaria: All-In-One, de la misma marca, es un bendito bálsamo multifunción que ilumina y uniforma el tono de la tez, y en mi opinión resulta uno de los mejores entre la abundante oferta del mercado.