Tengo ganas de tí de Federico Moccia
Step, tras 2 años en Nueva York, regresa a Roma. Este tiempo ha estado marcado por el recuerdo de Babi y teme volver a verla. Pero no tardará en darse cuenta de que tendrá que cambiar su vida, buscar nuevos amigos y volver a comenzar de nuevo. Pero el primer amor es el que más nos marca y Step se verá en esa encrucijada. ¿Será posible revivir esa primera vez?¿Será esta segunda oportunidad igual que la primera? ¿Quién no recuerda a su primer amor?
Mi valoración personal:
Segunda parte de Tres Metros Sobre el Cielo, igual de romántica pero más morbosa (ya el título en sí lo es) con pinceladas de seriedad incluida, pues los personajes principales han madurado y eso se nota en cómo han evolucionado: Step deja atrás su lado salvaje y perverso y se transforma en un chico que busca su sitio en el mundo; Babi es ahora una chica más lanzada, decidida, a punto de casarse y con fuertes miramientos hacia el dinero, capaz de usar a Step para lo que quiere. A la pareja protagonista se le une la tercera en discordia: Gin (apelativo de Ginevra), una chica divertida, apasionada, alocada, que sabe perfectamente cómo buscarse las castañas, y sobre todo, perdidamente enamorada de Step, incapaz de olvidar a Babi. Frente a esta seriedad latente, el romanticismo superfluo y los recuerdos del pasado ya vistos en el primer libro, Moccia sigue sin olvidar en absoluto el humor bien repartido a lo largo de su novela. Leer de vez en cuando escenas que te arrancan unas risas es de agradecer y demuestran que el amor no es bonito si no es peleón. Ahora mismo me sale una frase en italiano cantada por Tiziano Ferro que bien lo expresa: E sarà bellissimo perche gioia e dolore han lo stesso sapore con te. (*) Un claro ejemplo de que Moccia es todo un experto en mezclar sonrisas con lágrimas a partes iguales.
Y como era de esperar, también hay versión cinematográfica, ésta rodada en 2007, pero tiene mi agrado a medias. No es que sea mala, es que se cambian cosas y otras ni siquiera por asomo aparecen. Se descontrola la historia por completo, el director (un español por cierto) la cuenta como le viene en gana y la magia y encanto de muchas escenas o bien se apaga o directamente ni existe. Echo en falta muchos momentos, tanto divertidos como los muchos sensuales entre Gin y Step. Lo mejor en estos casos como siempre es leerse de cabo a rabo el libro y dejar volar la imaginación, con la película solo consigues liarte un poco. No hay nada de misterio en todo ello, cualquier persona que admire el libro tendrá una opinión y/o crítica parecida, más suave o más dura, respecto al film. Sin embargo, lo que sí es sorprendente es que el propio Moccia colabora en el guión como ya hiciera años atrás con Tres Metros Sobre el Cielo, lo cual te hace preguntarte cómo demonios ha permitido tal adaptación, saltándose a la tolera mucho de lo que escribió. Aún así se deja ver y te acaba gustando como el libro:
Igual que con la primera novela, la película tuvo mucho éxito en Italia. En esta ocasión las parejas encadenaron su amor en el puente Milvio de Roma tirando después la llave al Tíber. Es tal el revuelo causado que hasta el alcalde de la ciudad y las autoridades tuvieron que intervenir ante el peligro de derrumbe del puente por el peso de los candados. Y digo yo, ¿cuántas de esas parejas siguen unidas?. En fín, sea como fuere, espero y deseo que el escritor continúe con la bonita relación de Step y Gin (solo adelantaré que acaba embarazada de él), o Step con Babi, o Step-Babi-Gin. Una historia así debe y tiene que continuar, no es para nada un final que deje contentos a los lectores. El propio Step lo afirma al final del libro:
No tengo remordimientos, ya no tengo sombras, no tengo pecado, no tengo pasado. Solo tengo unas ganas enormes de volver a empezar y de ser felíz contigo Gin.
¿A que suena de verdad a una continuación de la historia? El tiempo lo dirá (y Moccia).
********
Título original: Ho voglia di te.
Editorial: Planeta
Páginas: 494
Puntuación: 9/10
Bibliofiliómetro:
(*) Y será hermosísimo porque la alegría y el dolor tienen el mismo sabor contigo.