Revista Diario
¡Terminé!
Publicado el 18 mayo 2010 por Anna... en más tiempo del que me hubiera gustado, con más dificultades de las que imaginé y con menos euforia de la que esperaba. Pero sea como sea, ya está, hoy terminé mi carrera. Al menos, en lo que se refiere a clases y prácticas, que todavía me quedan 5 examenes para que me podáis llamar doctora. Pero hoy al volver a casa y tomar el metro me he dicho "Se acabó, Anna. 8 años después pero lo has conseguido, como mínimo has llegado hasta aquí".
Esta tarde le he estado danto vueltas a una entrada sentimentaloide pero os la perdono... os la guardo para cuando esté contenta de verdad, cuando por fin haya terminado con todo y pueda ir a buscar mi resguardo. Cuando deje de poner "estudiante" en los currículums y estadísticas, cuando se cumpla mi sueño. Sólo quiero decir una cosa ahora, aunque la repetiré cuando llegué ese día: muchas gracias a los que me habéis apoyado en esto y lo seguiréis haciendo, sabéis quienes sois; y a los que me dejastéis por el camino cuando os necesité, ¡que os den!
En otro órden de cosas, aprovecho para contaros algo con más gracia para vosotros, que han sido mis últimas prácticas, nada más y nada menos que en Psiquiatría. Han sido muy cortitas, y más para mí que tuve la mala pata de sufrir una gripe terrible la semana pasada, pero he aprendido bastante por el servicio. Psiquiatría es... ¡diferente! Es algo raro pasearse por los pasillos rodeada de puertas cerradas con llave, de mirillas de cristal en las habitaciones, de encendedores sin llama y sólo en zonas vigiladas, de barrotes en el comedor común y, aún así, sentirse segura. Segura porque sólo son pacientes, y la mayoría te agradecen la atención que les prestas (más que pacientes más "normales") y porque el personal de planta sabe muy bien a qué se enfrenta y cómo manejar las situaciones.
El primer día nos asignaron un paciente para historiarlo y seguirlo durante los días que pasamos allí; a mí me tocó una señora con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) muy curioso: su obsesión eran pensamientos intrusivos de contenido religioso, aunque lo que veía eran imágenes de dios en escenas obscenas, de modo que su compulsión eran rezos y rituales de purificación, que la habían llevado a lesionarse en alguna ocasión. Al márgen de esto, y aunque estaba también deprimida, la señora parecía muy normal mientras no tocaras el tema de la obsesión... porque lo que es hablar del tema, lo evitaba por todas las vías.
Para completar la estancia, pude ver una sesión de TECs (terapia electroconvulsiva) de la que, para no alargar esto, os hablaré en otra ocasión. Y hoy, para terminar, hemos tenido un pequeño examen para el que no me había preparado; "No, sólo tienes que hablar de tu paciente, no hay que preparar nada" me dijeron mis "compañeros" ¡Ay, Anna, a ver si aprendes a no fiarte! Ya me extrañaba a mí al llegar y ver a la gente repasando con un montón de aputes... Nos han dado un tema al azar y el profesor nos ha hecho un montón de preguntas sobre ese tema, tratamientos, diagnósticos diferenciales, etc. No me ha salido muy bien, pero como he intervenido en los casos de los demás, al final me ha dicho que me lo aprobaba. ¡Por los pelos!
Pero a pesar de este mal sabor de boca del último día estoy contenta... porque sí, es ¡¡MI ÚLTIMO DÍA!!Si tienes algo que decirme, déjame un comentario :)