Dicen que lo mejor para empezar el día es un buen café y yo digo... mejor un terremoto. Esta mañana a las 6 me he despertado con un terremoto, uno de los intensos.
Los terremotos (じしん, Jishin) son algo muy frecuente en Japón, suceden casi a diario en diferentes partes del país. Normalmente son de intensidad baja y apenas son perceptibles, pero en ocasiones ocurren terremotos de bastante intensidad que como en este caso consiguen despertarle a uno del sueño. Desde que llegué a Japón he llegado a sentir al menos cuatro terremotos, uno cada mes.
El terremoto de esta mañana ha tenido lugar a las 6:06am y su epicentro estaba localizado en Ibaraki, la prefectura donde vivo. Es decir, que me ha tocado muy cerca y por eso lo he sentido con mucha intensidad. Al momento de cesar el temblor, los amigos ya estábamos intercambiando impresiones por SMS en grupo.
Ha sido registrado en la Escala JMA (Japan Meteorological Agency) como un terremoto de grado 5.3 en su epicentro y de grado 4 en Tsukuba, donde yo vivo. A diferencia de la Escala Richter, que mide la energía liberada por un seísmo en su centro, la Escala JMA mide de 0 a 7 el grado de agitación en un punto de la superficie terrestre y el efecto que deja sentir en ese punto.
Así, por ejemplo, un terremoto como el de hoy, de grado 4 en Tsukuba, presenta las siguientes características (que he traducido de Wikipedia):
- Efecto en las personas: La mayoría de la gente intenta escapar del peligro. Algunas personas encuentran dificultad para moverse. La mayoría de la gente que duerme se despierta.
- Efecto en el interior de una vivienda: Los objetos que cuelgan se balancean considerablemente y los platos en el armario castañean. Los objetos en posición inestable pueden llegar a caerse.
- Efecto en el exterior: Se aprecia el balanceo en los cables del tendido eléctrico. El temblor puede sentirse incluso si se está en movimiento, si se está caminando o conduciendo un vehículo. Ocasionalmente, los cristales pueden llegar a quebrarse, las paredes de cemento sin reforzar pueden llegar a derrumbarse y las carreteras pueden llegar a sufrir daños.
- Efecto en el suministro vital: Los dispositivos de seguridad de algunas casas pueden cortar el gas. En raras ocasiones puede llegar a interrumpirse el suministro de agua y electricidad por daños en las instalaciones.
¿Y cómo lo he sentido yo? Pues como estaba durmiendo me he despertado sobresaltado y sentado en la cama he visto como la habitación entera se movía, la pantalla del ordenador oscilaba y la lámpara se balanceaba. Como no tengo estanterías ni apenas adornos no se ha caído nada.
Los primeros terremotos que viví nada más llegar a Japón los viví como algo novedoso y extraordinario, con cierto aire de diversión incluso, como si de una atracción de feria se tratase. Sin embargo, conforme se han ido sucediendo los terromotos y la intensidad ha sido mayor la situación ha dejado de tener gracia y la sensación ha pasado a ser de impotencia; de quedarme quieto mientras observo como todo se mueve a mi alrededor sin saber qué hacer. El terremoto de hoy me ha llegado a acojonar (en parte porque me ha despertado) y he decidido que ya va siendo hora de tomarse en serio esto de los terremotos en Japón y saber cómo actuar en caso de que se produzca uno.
Lo primero que he hecho hoy al llegar a clase de japonés ha sido preguntar a la profesora qué hacer en caso de terremoto, qué procedimiento seguir. Ella nos ha explicado que cuando se produce un terremoto no da tiempo a pensar ni a llevar a cabo muchas acciones así que lo que se decida hacer tiene que ser rápido, mecánico y preciso. Nos ha dicho que lo fundamental es no quedarse atrapado y por ello hay que intentar abrir puertas y ventanas lo más rápido posible para que no queden bloqueadas por el marco si el edificio se derrumba. (Realmente es algo que no se me había ocurrido pensar...) A continuación, hay que proteger la cabeza por si el techo se cae, ya sea sujetando algo sólido por encima de la misma o metiéndose debajo de la mesa.
Como los terremotos son un fenómeno habitual en Japón, todos los japoneses reciben entrenamiento desde pequeños en la escuela: consejos básicos sobre protección antes de los terremotos y qué procedimiento seguir cuando tienen lugar; pero esto no significa que estén acostumbrados a los terremotos y que no se tomen en serio cada uno de ellos. Creo que yo debería empezar a hacer lo mismo.
Al final va a tener razón mi abuela, en Vietnam eran los tifones y en Japón los terremotos, como en España no se vive en ningún lado.