Con el tiempo he descubierto que dejar la lírica de lado es un arte.No, en serio. Dejar de lado la lírica es un privilegio que muchos no podemos permitirnos.Estamos todos ciegos. Ciegos por creer que la lírica suaviza, recubre, esconde, disimula...todo es mentira. La lírica es la forma más cobarde de expresión, la más cómoda. Y cuando te das cuenta de que toda esa poesía esconde la misma basura de siempre ya es tarde. La lírica, la mierda de la lírica escondida entre páginas de poetas que miran a la humanidad desde un prisma imposible, páginas leídas por individuos que creen, por toda esa hipocresía que encierra la deshumanización. Y leo la lírica en los labios, en los suyos, en los tuyos, en los míos, y se me revuelve el estómago. Pero para eso sí que ya es tarde. Volvería atrás, para poder ser capaz de hablar sin todas esas subordinadas, eternas, confusas y llenas de contrasentidos. De esas subordinadas decoradas con mentiras.
Los tríos existen, y el sexo sin condón, y los abusos a menores indefensos, y existen también las lágrimas llenas de vergüenza, y la gente que tropieza una y mil veces, y el orgullo, y gente a la que le produce placer masturbarse en público, y existen los locos que van por ahí buscando la paz, y el resentimiento, y la muerte, y el odio, y las ratas, joder, y las ratas existen también.
Basta de lírica, basta de versos. Dejar la lírica de lado es un arte. A la mierda, coño."Saturno devorando a un hijo"Francisco de Goya