Director: Wes Anderson
Quinto filme de Wes Anderson, quien había bajado la vara con "The life aquatic with Steve Zissou" -quizás, una víctima de lo alta que quedó la vara tras los Tenenbaums-, pero que logra superarla con facilidad en una historia con los tópicos comunes de su filmografía, filmado con el estilo que lo caracteriza.
La base de este filme es un viaje, un tema que me gusta mucho que se trate, ya que si se hace bien, se pueden lograr muy buenos resultados. Y debo decir que tengo ciertos sentimientos encontrados con respecto a The Darjeeling Limited, pero de que es un buen viaje, sí lo es. Eso no se puede negar.
El viaje que vemos en este filme corresponde al que hacen tres hermanos: Jack -Jason Schwartzman- y Peter -Adrien Brody-, que acuden al llamado de Francis -Owen Wilson-, el mayor, quien luego de un accidente quiere pasar tiempo con sus hermanos, y lo mejor es hacerlo a bordo de un tren llamado The Darjeeling limited, que pasa por toda la India.
Tal como Francis les había dicho, el que harán es un viaje espiritual, donde espera que se encuentren a sí mismos, y se enfrenten a cosas desconocidas sin dejarse vencer por el miedo. La idea es volver a ser los hermanos que eran, antes de los hechos de hace un año.
Obviamente, todos los detalles de tal acontecimiento tan crucial para la vida de los tres hermanos se van revelando a lo largo del viaje -no seré yo quien les quite la sorpresa-, junto con los típicos problemas de hermanos, y más importante, los de familia.
Hay que tener claro que este no es un drama como la de los Tenenbaums o Rushmore -que tenían sus toques de comedia, sin duda-, sino una comedia de situaciones disparatadas y locas que parten de los conflictos emocionales que tienen los hermanos entre ellos. Sabiendo esto, este filme es bastante apreciable, entretenido, y fácil de ver. Los dramas familiares y todo el misterio que hay en torno a los motivos del viaje y a los fantasmas de los padres son historias interesantes, pero no poderosas. Al menos, a mi no me pegaron tan fuerte como lo que ocurría en los filmes que mencioné al principio del párrafo.
Por un lado, entonces, tengo los conflictos internos de cada personaje que hacen al filme interesante. También tengo un viaje entretenido donde, tal como se le exige a un road movie -sin ser este un road movie como tal-, los personajes desarrollan cambios y se nota la evolución. Bien por ambos detalles.
Lo que hace que tenga sentimientos encontrados por este filme es su exceso de moral y simpatía, que en ciertos momentos llega a ser empalagosa -aunque por suerte no me hace querer vomitar de tanta bondad-. Acepto que sea un viaje para mejorar como personas y como hermanos, pero a veces es demasiado, y a mi no me gustan que me vengan a dar lecciones. No obstante, estos momentos son contados, y no llega a ser una clase de buen comportamiento o como ser una buena persona.
A estas alturas, ya no es necesario hablar de la fotografía, los colores, el encuadre, todo el estilo visual y sonoro de los filmes de Wes Anderson. De lo que sí voy a referirme -brevemente- es de las actuaciones, destacando que la de Brody es la mejor, ya que su personaje también es el más complejo; la de Wilson es bastante correcta y normal, no hay mucho que decir; en cuanto a Schwartzman, encuentro que su personaje es bastante plano, y su actuación también -que contrasta con la que hizo en Rushmore, donde dotó de una emoción increíble a Max Fischer-. De todas formas, lo importante es que hay una química entre ellos, y toda la historia que tienen se siente, lo que es un apoyo a este viaje que tiene su base en la relación de hermanos.
En general, The Darjeeling Limited como conjunto es un buen filme, entretenido e interesante la mayor parte del tiempo, con unos momentos de tedio y exceso de moral, pero que cumple lo que se propone. El viaje espiritual funciona, haciendo un profundo y radical cambio en los personajes. Al menos no me queda la sensación de que hicieron el viaje por nada -y por consecuencia, tampoco siento que perdí mi tiempo-. No termina mucho de convencerme porque siento cierta indecisión en cuanto al tono del filme, ya que hay dos posibilidades que no llegan a formar una unidad, sino a caer en una pelea sobre cual corresponde más.
Aunque, para dejarlo claro, es un entretenido y simpático visionado.
Nuevamente, la redención está presente, lo que me demuestra que Wes Anderson es alguien que filma el proceso de cura, de salvación -sin sonar religioso- de los personajes. Lo que importa es la aceptación de los problemas, y luego como se solucionan.
Y Wes Anderson perdona y redime revelando su naturaleza indulgente y compasiva. No digo que sea malo, pero tampoco que sea bueno.
El mundo no es un lugar color de rosas donde todo conflicto se solucione para mejor. A veces es todo lo contrario, y mirar para otro lado no es lo mejor que se pueda hacer.