Revista Diario

"THE MONEY PIT" -versión UK-

Publicado el 24 enero 2012 por Silviamovellan @SilviaMovellan
Ya lo decía la peli de Tom Hanks, esta casa es una ruina.
Es increíble ¿verdad? porque a lo largo de mi vida he tenido la suerte o la desgracia de vivir en muchas casas diferentes. En general diría que suerte porque he conocido mucha gente y compañeros extraordinarios. Asi como resumen viví con mis padres hasta los 8 años en Polaciones, luego con mis abuelos hasta los 16 en Potes, más tarde dos años en un internado en Solares. Luego llegó la Universidad en Salamanca: un año de Colegio Mayor en Amor de Dios y 4 años de piso en 3 sitios diferentes. Mudanza a Madrid: primero El Retiro, luego Embajadores y por último Princesa. Vida en Londres: dos pisos diferentes en Hammersmith y ahora Camden, hace muy poquito. Primero con australianos y neozelandeses, bastante antisociales y criticones los unos con los otros además de sucios. Luego llegó la genial República Indú, con una tímida versión húngara y dos viciosas profesionales de gales. Ahora piso un territorio un poco más conocido, medio spanish medio british, ¿Qué más puedo pedir? Podría decir otra vez eso de "hay cosas que sólo pueden pasarme a mi" pero voy a dar una versión mejorada: "Eso sólo puede pasar en Londres" que también podría ser "eso sólo puede pasarme a mi por que quién me manda venirme al extranjero y dejar mi Madrid del alma".
Me explico, como siempre digo Londres es una ciudad hecha para ricos porque se paga por casi todo menos por los museos (¡estupendo! superchachi) desde la tele (mi swap dice que unas 150 libras anuales) hasta por confundirte de asiento en el tren (como ya vimos con East Coast). Estos impuestos son las bills pero generalmente van incluidas en el ya de por si caro precio de alquiler peeeeeero, en este, mi útimo piso, no es así. Mi landolord iraní-griego es más moderno que todo eso y usa el sistema métrico decimal del "tanto te duchas, tanto pagas". Hay dos sistémas básicos:
El eléctrico: si quieres tener luz, calefacción, ver la tele o conectarte a internet deberás introducir una moneda por el agujerito, girar la llave y... tachán, se hace la luz. El gas: dos máquinas, cocina y baño. ¿Quieres cocinar (Dios me libre) o ducharte (Dios mediante)? Pues te vas a una tiendecita y como si de tu tarjeta del móvil de hace 10 años se tratara, vas y la recargas, 5 o 10 libras o lo que tú quieras para que British Gas nos dé "llama" y nos caliente a conciencia.
Esta es la máquina del infierno, lo que aun no se es si se pasa a recoger el dinero mi casero o los de la electricidad... Y esta es la moderna máquina del baño, con un contador estándar que lo mismo cuenta kilómetros que... lo que sea que cuente, y que como ves, es propiedad de NationalGrid. Y he aqui la tarjeta recargable, una para el baño y otra para la cocina (Típico inglés, el uno para cada uno)

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