Es ampliamente considerada como una de las más originales, sofisticadas y artísticamente ambiciosas series de novelas gráficas. Cuando la historia concluyó y se dejó de publicar, ya se había convertido en un icono popular. The Sandman no pertenece al subgénero superheróico. El primer tercio de la serie prácticamente cuenta historias de terror, pero posteriormente evoluciona al género fantástico, incorporando elementos de mitología clásica y contemporánea.
El protagonista de The Sandman es Sueño, la personificación antropomórfica de los sueños mismos. Es conocido por una amplia variedad de nombres, encabezados por Morfeo, pero también Oneiros, el Formador, el Príncipe de las Historias, Cai ´Ckhul y el Arenero (por la leyenda celta acerca de un duende que arrojaba arena a los ojos de los durmientes permitiéndoles así el sueño). Este último nombre da título a la serie (The Sandman), aunque prácticamente es una herencia de otro personaje con el mismo nombre dentro del universo de DC.
La personalidad fría, a veces cruel, de Sueño en las historias que transcurren en el pasado, va evolucionando hasta las historias en la actualidad, donde tras los años de aprisionamiento tiene la oportunidad de replantear sus errores. Pero, ¿cuánto puede cambiar una criatura tan vieja como el universo? Un tema importante dentro de la serie es el de la responsabilidad y sus consecuencias; el contraste entre los deberes que Sueño se impone a sí mismo, y la renuncia a la obligación que Destrucción elige. Gaiman resumió el argumento de la serie como «El rey de los sueños aprende que uno debe cambiar o morir y toma su decisión».
"Los Eternos son sólo patrones. Los Eternos son ideas. Los Eternos son funciones de onda. Los Eternos son motivos recursivos. Los Eternos son ecos de la oscuridad, y nada más… E incluso nuestras existencias son breves y están encadenadas. Ninguno de nosotros durará más que esta versión del Universo”. Esta descripción de los Eternos puesta en boca de Destrucción en The Sandman #48 por Neil Gaiman ejemplifica, a la perfección, lo que son los Eternos: seres que corporeizan –y son al mismo tiempo– los distintos aspectos de nuestra realidad; seres que el propio Gaiman ideó, ante su incapacidad consciente para escribir material superheroico, de forma que le resultaran familiares a los lectores habituales de cómics sin ser, en realidad, superhéroes propiamente dichos. Una especie de tour de force creativo en el que el guionista quería, además, retarse a escribir historias sobre entidades que iban más allá de lo superheroico… entidades sin debilidades; entidades todopoderosas.
Los Eternos.
Como resultado de estos pensamientos, e inspirándose en la novela El Señor de la Luz de Roger Zelazny, el británico partió de la base de tres hermanos –Death, Sleep y Destiny, éste último creado previamente por Marv Wolfman– que pronto se convertirían en Death (Muerte), Dream (Sueño) y Destiny (Destino) para pasar, con el tiempo, a constituir un panteón de siete entidades cuyos nombres comenzaban todos –en inglés– por la letra “D”.
Personajes Secundarios
La labor de Neil Gaiman como narrador en The Sandman tiene múltiples lecturas. Como constructor de una mitología propia es un creador nato, capaz de aunar la erudición y la refundación de múltiples referentes (clásicos, literarios, artísticos, mitológicos) en un todo homogéneo e integrado que supone una de las obras más notables de finales de siglo. Tan implicado está en ella que prácticamente cualquier trabajo que hubiese hecho antes o después ha se tildado de menor. De hecho, podría describirse al inglés como un guionista de una sola creación, absorbido y consumido por ella; inevitablemente marcado por un cómic que debiera haber sido el broche de oro en su carrera y que concibió demasiado pronto. Lo que más asombra de él es lo que ya fascinaba en Tolkien: la generación casi de la nada de un mundo propio, sugestivo, lírico e inmenso. Un mundo en el que el lector desea perderse y sumergirse cada vez más. Todo lo que se lea antes y todo lo que se lea después queda inevitablemente marcado por la comparación y la referencia con The Sandman.
Contenido extra:
Ensayo "La Materia de los Sueños", de Rodolfo Martinez.