No es mi vida, es mi tiempo
como un ala de nadie,
quien transcurre sin verme,
quien me lleva en su cauce.
No soy yo quien perdura,
no es mi vida quien pasa,
por cumplirse a sí mismo
va este día en su agua.
Esta luz, estos brotes,
esos labios pasando,
esta garza, esta lluvia,
no son vida, son años.
No es vivir esta carne,
no es vivir este espejo
esta voz, esta frente
no es vivir, es ser tiempo.
Ramón Gaya. Mayo de 1943. México.