La casa, en venta nuevamente. ¡Y a un precio único!
Revista Talentos
Cuando la nueva dueña de casa fue a barrer notó que, cuanto más barría, más ensuciaba. Perpleja, barría cada vez con más ahínco hasta que quedó, literalmente, enterrada. El piso, satisfecho, volvió a relucir. Pero ella jamás volvió a respirar.
La casa, en venta nuevamente. ¡Y a un precio único!
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