El apartamento que os enseño a continuación lo descubrí hace tiempo gracias a una de mis revistas preferidas de decoración y, aunque no haya encontrado muchas fotos de este piso milanés que se adivina super cuco y personal, creo que merece igualmente la pena mostrároslo. Su dueña es una chica joven que convive con un gato (vosotros no lo veis, pero en la revista el minino descansaba plácidamente encima de la cama).
La cocina se asoma al salón a través de un cristal serigrafiado en el que se puede leer un fragmento de la novela Kitchen, uno de mis libros preferidos de Banana Yoshimoto.
La lámpara Bourgie de Kartell en la primera foto, la silla Panton roja, mi querida Tolomeo de Artemide en la cocina, y esos zapatos de tacón delante de la ventana no dejan lugar a dudas de que la propietaria tiene buen gusto. No sabéis la rabia que me da no haber encontrado más fotos de este piso. ¿Cómo será el baño? ¿Y el armario? ¡Tendremos que imaginárnoslo! Por cierto, la arquitecta Mia Buzzi ha sido la encargada de la reforma.
¡Que tengáis un buen fin de semana!