Si bien las fotografías y películas dan una idea bastante acabada de lo que es New York,
estar ahí, caminado, trotando, escuchando el cuchicheo multiracial de la marea humana que nos engloba y arrastra...
Tropezando, transpirando y respirando el aire propio de la ciudad en medio de la multitud de rostros anónimos, ansiosos de mirar y fotografiar carteles, edificios, vidrieras, puestos de comida, teatros y todo lo que se le ponga al paso, como nosotros...
Saltimbanquis, magos, lanzafuegos, Batman, el hombre Araña, Superman, aliénigenas, conejos y ositos conviven en pocos metros para sacar unos dólares al turista dispuesto a un retrato con su preferido.
Estiramos el cuello para no perder detalle de la multitud convocada por ese raro sortilegio .
...esos que tenías que dosificar los “CLICKS” para no quedar sin material.
Pero así es la vida del humano... después de todo, 3600 fotografías no son tantas, ¿no?
La gente, peldaño a peldaño, sube y baja en orden gozando el espectáculo.
Pues, me da la impresión que Times Squere es un fenomenal teatro sin plateas, donde miles de personas noche a noche son protagonistas y espectadores de su propio espectáculo.
Por una vez no dependimos del encuadre y duración de las tomas que marcan los directores de Hollywwod para recorrer New York desde nuestras butacas.
¿Qué hace que la conjunción de dos avenidas llena de luces se convierta en un panal de la mejor miel para el espíritu y no otras de condiciones parecidas?
Tal vez sea como decir:
Creo que siempre será un misterio.