Nunca he sido fanático de las agrupaciones juveniles en las que importa más la apariencia y las coreografías que las letras e intención de quienes cantan por ofrecernos un espectáculo que valga la pena, pero el 6 de octubre de 1985, durante la emisión del programa Siempre en Domingo, conducido por Raúl Velasco, tres jovencitas llamaron mi atención al otro lado de la pantalla a blanco y negro del televisor de la sala de mi casa.
Como era usual en esa época, luego de que el conductor del programa hiciera una pequeña introducción del artista que se presentaría a continuación, las luces del Foro 2 de Televisa San Ángel se apagaron, y al encenderse pocos segundos después las tres jovencitas, vestidas y arregladas al último grito de la moda, movían las manos, la cintura y las piernas al ritmo de una canción de sonidos modernos sin dejar de ser casuales.
No solo cautivaron mi atención sino la de miles de personas en toda Latinoamérica al cantar y bailar al ritmo de Bazar, la canción que eligieron como punta de lanza de una carrera que las llevó de gira por Centro y Suramérica y los Estados Unidos durante cinco años, grabando seis discos que vendieron casi 4.500.000 copias en total.
Ilse (venezolana) Ivonne y Mimi (mexicanas), conocidas como Flans, se adueñaron de las listas de popularidad en pocas semanas gracias a su sonido, letras, coreografías y vestimentas de estilo tan fresco (juvenil) que muchas jovencitas de esa época se vestían como ellas, bailaban como ellas y hasta querían cantar como ellas.
No fue Bazar la canción que más me atrapó, sino Tímido, el primer sencillo de su segunda producción titulada 20 millas, que salió a la luz en 1986, y ha sido tanto lo que me ha gustado esta canción que cada vez que escucho que se habla de Flans la primera canción que me salta a la mente es esta, y que ahora dejo acá para que la disfruten conmigo.