Mientras hay algunos que sobreviven
Otros atinan apenas a no morir.
Ella se detiene y alaba a la muerte desconocida,
Mientras escribe versos de amores que aún respiran.
El supone que el dueto vida-muerte
Lo ha dejado fuera
Y piensa en detenerse,
Como quien piensa en dejar de respirar,
O de abastecer.
Otros se agachan esquivando los golpes.
Quietos y sin sudores observan anonadados
El vals de amor entre el mundo apenas conocido
Y un túnel famélico al final de la oración.
El muere de desamor,
Y ella de desesperanza.
Otros mueren de hambre y ansiedad.
Los niños ni piensan en morir,
Mientras matan fragmentos de tiempo
Que huyen de vuelta al espacio.
Los viejitos sueñan con retornar
De vuelta a los pechos tibios de mamá,
Y otros con escapar,
Pero a dónde?
Promesas que crean un mundo de barajas,
Prontas a derrumbarse con la primera ventisca.
No parecemos acaso hermosos
Por el simple hecho de pensarnos ajenos
Al discurrir de la humanidad?
Mientras paso papel secante a la tinta china
Que delimita el contorno de tu cara,
La servilleta de papel del café donde te escribí esta nota
Queda ahogada en un compartimiento de tu billetera.