Algunos consejitos para que comprar ropa sea algo placentero y no un dolor de cabeza:
a) Invertí en prendas básicas. Tu armario no tiene por qué tener demasiadas prendas para que puedas estar bien vestido. Lo ideal es estar equipado con un buen conjunto de prendas básicas de buena calidad y que el resto del vestuario gire en torno a ellas. De este modo, tendrás opciones para combinar en forma ilimitada y lucir siempre bien.
b) Hacé un presupuesto. Tené en cuenta que lo que gastes tiene que tener una relación directa tus ingresos.
c) Probate la ropa antes de comprar. No hay otra forma de saber si te sientan bien los colores, las tallas y los estilos. Aunque sepas tu talla, puede haber variaciones de tamaño de una marca a otra. Mientras la probás, aprovechá para chequear si tiene buen corte, confección y terminaciones.
d) Buscá accesorios variados que complementen tu guardarropa. Una buena elección en los accesorios puede dar estilo incluso a las prendas más básicas. Además, este truco sencillo conseguirá dar la impresión de que tu vestuario es amplio y te permitirá actualizarlo sin demasiado esfuerzo.
e) No compres solo por impulso. Antes de comprar una prenda, detenete a pensar:
-¿Me favorece?
-¿Con qué puedo combinarla?
-¿Va conmigo?
-¿La necesito?
- El precio ¿se justifica?