fui a perseguir mi futuro…,pero encontré el impacto del metalque derribaría mis ilusiones de joveny sin poder avisarle a mi desconocido amigoque huyera pues venían por él…por ser culpable de mirar a los ojos del asesino.
Hubo una algarabía y ¡pum…!Escuché un lamento a lo lejos: “Le dieron a uno…”.
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