Revista Literatura

To build a home – The cinematic orchestra (Mi canción de la semana XI)

Publicado el 10 agosto 2015 por Javiermb913

¡Hola a todos! ¿Qué tal el verano? Yo quizá algún día muera entre la vida de camarero y mi trabajo final de máster pero sobreviviré, lo sé. Hacía tiempo que quería hacer un Mi canción de la semana. Primero porque es una sección que me encanta y me lo paso muy bien haciéndola, y segundo porque me permite salirme un poco de los cánones de los relatos y reflexiones y charlar un poco más tranquilamente con vosotros, más relajado, sin que parezca que estoy pensando en el amor o en la vida todo el tiempo.

El caso es que quería hacer la sección pero no escuchaba ninguna canción que me dijera nada especial. Sí, tengo muchas canciones especiales y reservadas para este hueco pero cada una tiene su momento y, en este instante, no era el momento de ninguna de las canciones que suenan diariamente en mi móvil.

Hasta esta semana.

Y es que resulta que esta semana me he suscrito a Spotify premium. Entre que me paso el día escuchando música y que podía adquirir la oferta de 3 meses por 0,99€, ya lo veía una posibilidad irrechazable. El caso es que suelo escuchar música antes de ir a dormir, y como me había bajado la aplicación en el móvil, reproduje una de esas listas que el mismo programa te sugiere. Y entonces apareció esta canción, apareció The cinematic orchesta y con ella la sensación de que acabas de descubrir una canción que te acompañará el resto de tu vida. Y es que To build a home te toca desde la primera nota de piano, y en cada altibajo de la canción cierras los ojos y te vuelves una montaña rusa de sensaciones.

To build a home habla del recuerdo, del mirar a tu alrededor un lugar y tener la certeza de que has sido feliz en él, de revivir cada uno de los instantes que has vivido ahí como si estuvieran pasando ahora, a pesar de que ya no quede nada, a pesar de que solo haya polvo y fantasmas del pasado. Habla de la ilusión, de esa que hubo en un pasado del que sientes nostalgia, ese pasado del que solo quedarán recuerdos, esa ilusión de un futuro que un día fue feliz.

Un día en el que supiste que eras feliz. Con ella, con él. De cómo todo pasa y cómo nos marchamos. De cómo la vida que un día fue se desvanece. Pero quedan los recuerdos en alguna parte, aunque nosotros ya no seamos más que polvo.

Nunca 6 minutos de canción dijeron tanto. Desde esas primeras notas de piano iniciales que son como punzadas en el alma, de esas que te preparan para pensar, para observarte a ti mismo. La voz del cantante entra tranquila, junto al piano, narra más que canta, cuenta más que grita. Y silencio…

Y las notas de piano cogen rapidez, y tu cierras los ojos y miras más adentro, subes una montaña de emociones, la voz entra de nuevo en escena y el piano sigue subiendo, ambos se suben poco a poco en un ritmo incesante en el que a ti no te apetece otra cosa que gritarle al mundo lo que piensas, que preguntarte todos los porqués de tu vida, y la voz sube del todo, y gritas, y rompes, y lloras, y calma…

Abres los ojos, renaces… Piano y voz se sumergen de nuevo en la lentitud y en la nostalgia, ahora con un violín y violonchelo que no hacen más que impregnar de detalles la canción.

Y entonces vuelve a subir de nuevo. Piano y violonchelo van subiendo poco a poco y cierras los ojos de nuevo, el corazón te vuelve a arder y sientes cómo late, te estremeces, piensas en la vida, en ti, y mientras la voz vuelve a entrar piensas en los que ya no están, en los que fueron saliendo de tu vida y nunca hubieras querido dejar marchar. De pronto todos los elementos se encuentran en la cima y tú no puedes más que querer liberarte y querer, como dice la canción, partir, volverte polvo, quizá volver a empezar, rasgarte todo cuanto vistes y sentirte libre, sentirte dueño de tus decisiones, sentir que puedes cambiar tu mundo.

Silencio, el último. La canción baja y te calmas, respiras. Piano y violín te bajan poco a poco de los infiernos a los que te has subido, te abren los ojos, te sacan del más escondido rincón del alma en el que te has refugiado. Fin, todo ha terminado, quizá haya cambiado algo en ti. Solo buscando lo puedes saber.

Bufff… Reconozco que cada vez que escucho la canción se me pone el vello de punta, esas mezclas de piano, violín y violonchelo me encantan, y el timbre de voz del cantante no hace más que inyectarle emoción a la canción, suave e intensa a la vez, llega al alma.

Bueno, como es un grupo que acabo de descubrir, aún no puedo recomendaros muchas otras canciones pero sí he de deciros que el disco completo titulado The crimson wing: Mistery of the flamingos, que es la banda sonora del documental del mismo nombre, me ha parecido impresionante, sobre todo os recomiendo la canción Arrival of the birds, la cual emociona de verdad. Espero próximamente seguir descubriendo cosillas y poder dejároslas tanto en mi cuenta de twitter como en la página facebook del blog.

Así que nada, poco más. Me ha encantado volver a charlar con vosotros después de tantos meses sin hacerlo, solo escribiendo relatos. A veces creo que solo escribiendo relatos hago parecer que no hay más que un robot detrás del blog, pero no, soy de carne y hueso y estoy aquí, en alguna parte.

En fin, espero que os vaya genial el final del verano, yo estaré aquí para que me lo contéis, siempre encantado.

¡Nos leemos!


The Cinematic Orchestra es un grupo inglés de música fundado en 1999 por Jason Swinscoe, cuyo estilo se mueve en el llamado nu jazz, fusionando diversos elementos. Además, de Jason Swinscoe, la banda está formada por el ex miembro de DJ Food, PC (Patrick Carpenter) a los platos; Tom Chant, quien toca el saxofón y el teclado; el bajista Phil France y el batería Daniel Howard. Fueron miembros de la banda Luke Flowers y T. Daniel Howard como baterías, Jamie Coleman como trompeta, y Alex James tocando el piano.

El primer disco de The Cinematic Orchestra, Motion, se publicó en 1999. La banda logró repercusión mundial al componer la música para el documental de Dziga Vertov de 1929 El hombre con la cámara para el acto inaugural de Ciudad europea de la cultura de 2001 en Oporto.

El último disco de la banda, Late Night Tales, salió al mercado el 5 de febrero de 2013.

Fuente: Wikipedia


Letra

There is a house built out of stone / wooden floors, walls and window sills / tables and chairs worn by all of the dust / this is a place where I don’t feel alone / this is a place where i feel at home..

And I built a home / for you / for me…

Until it disappeared / from me / from you / and now, it’s time to leave and turn to dust

Out in the garden where we planted the seeds / there is a tree that’s old as me / branches were sewn by the color of green / ground had arose and passed it’s knees

By the cracks of the skin I climbed to the top / I climbed the tree to see the world / when the gusts came around to blow me down / I held on as tightly as you held onto me / I held on as tightly as you held onto me..

And I built a home / for you / for me…

Until it disappeared / from me / from you / and now, it’s time to leave and turn to dust

Traducción 

Hay una casa hecha de piedra / pisos, paredes y umbrales de madera / mesas y sillas cubiertas de polvo / Es un lugar en el que no me siento solo / Es un lugar donde me siento como en casa…

Y construí un hogar / Para ti, para mi…

Hasta que desapareció / De mi … de ti

Y ahora es tiempo de partir y volverse polvo

Afuera en el jardín donde plantamos las semillas / Hay un árbol tan viejo como yo / De ramas cubiertas de verde / La tierra se elevó y tapó sus rodillas

Por las grietas de su piel llegue a la cima / Trepé el árbol para ver al mundo / cuando el viento arreció para voltearme / me aferré tan firme como tú te aferraste a mí / me aferré tan firme como tú te aferraste a mí…

Y construí un hogar / Para ti, para mí…

Hasta que desapareció / De mí … de ti

Y ahora es tiempo de partir y volverse polvo


To build a home – The cinematic orchestra (Mi canción de la semana XI)

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