To The Moon: Tu "no-típico" game

Publicado el 01 diciembre 2012 por Ou88 @galletita

Soy de esas personas a las que les encanta divagarse, filosofar, pensar sobre la vida, y jugar games más que nada. Muy pocos games tienen como engine a la trama, especialmente cuando hablamos sobre temas tan filosóficos como lo son la vida y la muerte. To The Moon es un game de aquellos que no merece ser llamado game, no por el hecho de no serlo en su totalidad, si no por ir más alla.

La semana pasada al fin logré jugarTo The Moon. Por diversas razones, retrasé ese momento aún a sabiendas de que podía ser terminado en pocas horas. A partir de su aparición en Steam fue que pude ponerme frente a frente con esta historia interactiva de la cual tenía, entre muchos, muy pocos datos como para prejuzgarla. Entré, una vez más, a una narrativa nueva sin un mapa que me dirigiera. Antes de empezar el texto, les cuento un poco de qué va para quien no sepa de lo que hablo:To the Moones una historia contada en formato de videojuego, obra del canadiense Kan “Rieves” Gao y programada y diseñada en el engine de RPG Maker. El arte inmediatamente remite a los juegos de 16-bit de los años noventa y, detrás de este formato, se esconde una historia riquísima y sensible. Cabe resaltar que el autor del juego estuvo un año y medio realizándolo y compuso para él una banda sonora, arte auténtico y un guión introspectivo y personal. El juego dialoga con nosotros, pues es completamente análogo a nuestras angustias. Todo ocurre dentro de una tragicomedia psicológica imposible de dejar pasar.
¿Cómo puedo desmenuzar y calificar lo que las cinco horas que viví en este mundo me hicieron sentir? Como todos los juegos que me gustan,To the Moonno se desarrolla en la pantalla frente a mí, sino en el corazón, en los ojos, en las manos, mientras que los personajes, a su ritmo, me cuentan una historia.To the Moonte pone en los zapatos de un par de científicos que escudriñan las memorias de un anciano en busca de la clave para que recuerde su vida de una mejor manera a la hora de morir.
¿Alguna vez has mirado a un espejo para preguntarte quién eres y cómo te gustaría recordar tu propia vida el día de tu muerte? ¿Y si pudieras cambiar cosas por el recuerdo de los sueños cumplidos? ¿Serías capaz, en tu lecho de muerte, de borrar los recuerdos que te duelen y potenciar aquellos que te empujaron a vivir al límite? Nos hemos vuelto la definición de las experiencias y memorias que nos han ido formando. ¿Quién quieres ser mañana y cómo fuiste ayer? ¿Junto a quienes pasarías el resto de tu vida de ser posible? Las preguntas filosóficas se cuelan entre el receptor y la narrativa que se va desentrañando. Entrar en las diferentes etapas de la vida de una persona lleva a grandes encuentros con memorias irregulares, con caminos que nunca deberían de ser caminados.No hace falta preguntarle. La historia que nos presenta este “juego” seguramente está basada en las vivencias personales de su autor, quien pone su alma en nuestros miedos, para que así confrontemos el dolor de estar vivos con la alegría de recordarnos felices. Sigo preguntándome cómo pudo este creador independiente entender lo que hace una anécdota digna de ser contada. Déjenme decirles que supo hacerlo envidiablemente. ¿Cómo?To the Moonnos remite a las preguntas que nos hacemos cuando estamos frente a la muerte de los otros y cómo nos ayudan a seguir creciendo, aunque sean disparadas por la pérdida. La muerte ajena duele —entre otras cosas—, porque es un recordatorio de la nuestra. La colección de expectativas que una persona acumula a lo largo de su vida se convierten en la última decepción si no son cumplidas antes de desaparecer de este mundo.
El juego es un viaje emocional a lugares que muchos tememos visitar. Es de esas aventuras cortas y concisas que te dejan con la mirada perdida tras el monitor sin que puedas estar seguro de que te acaba de suceder. La música que acompaña el guión compuesta por el creador de casi todo el juego, es siempre un recordatorio de la velocidad con la que pasa la vida. Cada una de las notas del piano de “For River” toca como por casualidad esas fibras que hacen querer llorar. En esta historia reír y sollozar van de la mano, pues la manera en la que se descubre ante nosotros se entreteje con las emociones. Es ahí donde este juego nos arrastra sentimentalmente y nos pone en sus términos y nos pregunta: ¿Qué estás dispuesto a perder para perseguir un sueño? ¿Qué es lo que más quieres hacer en esta vida?
“To the moon, he wants to go to the moon”
El hombre decrépito que muere lentamente quiere ir a la Luna. Es nuestra tarea descubrir por qué. Si somos capaces de descubrir qué recuerdo de su vida disparó ese sentimiento, quizás seamos capaces de crear una nueva memoria en la que sus deseos sean cumplidos y, así, sus tristezas se disipen. Buscaremos cerrar el ciclo con una sonrisa.

Como espectadores activos de los diferentes actos que se suceden en este título, nos vemos forzados a recrear (casi teatralmente) la escenificación de meterse a la intimidad y los recuerdos de un hombre al borde de la muerte. Vamos guiando pausadamente la historia desde nuestro control. Uno de los personajes del juego dice: “El final no es más importante que ninguno de los momentos que llevan a él”.Por eso es que no voy a revelar la trama deTo the Moon. Dudo que mi experiencia pueda ser igual que la de otros y analizarla como se analiza un juego no ayudaría en nada. No vengo aquí a dar razones para que lo compren y lo jueguen y, al mismo tiempo, quisiera que todos lo hicieran para saber qué les sucedió mientras caminaban entre los pasos de la muerte y la memoria, de la salud y la enfermedad.

When this world is no more
The moon is all we’ll see

Anexo el tema de la banda sonora. Con música, las palabras se leen mejor creo yo.