TOC significa trastorno obsesivo-compulsivo. Quizá estés empezando a especular sobre si “no es amor, lo que tú tienes se llama obsesión” (no es ese la canción de hoy), sobre celos enfermizos…frena.
De entre todas las críticas que se suelen hacer a lxs psicólogxs hay una que es cierta. El intento de poner nombre a todo. Hemos de valorar que son personas a las que les pasan cosas, no cosas que pasan a personas. Pero esto es un debate que se viene llevando entre psiquiatría, psicología desde hace tiempo. Te dejo un link por si te interesa. Y un libro.
Si has entrado aquí es por lo del amor. Y he dicho que frenes tus especulaciones porque en lo que consiste este TOC es en algo común. Frecuente al menos. La clave, la duda, el miedo que se suscita en la persona que lo padece es que ya no va a seguir queriendo a su pareja. Este miedo se relaciona directamente con una idealización ficticia del amor. Con una necesidad de vivir a cada instante una conexión espirito-romántica que haría de la pareja un perfecto Edén. Y, desde mi apacible ático de la soltería, considero que las parejas pueden molar pero el Edén, lo que se dice el Edén, no son.
Vamos usar el post de hoy para pensar las causas de esa sensación. Hay una psicóloga colegatwittera que respecto al post del otro día (top-10 en una semana) me comentaba lo del #PensamientoDisney. Es un buen principio. Entendemos en la infancia amores entre príncipes azules y princesas perfectas, felices por encima de cualquier oposición. En la adolescencia cambias a musculosos tíos inadaptados social y emocionalmente pero con un buen fondo y a tías que, todavía no han descubierto que están muy buenas, y desprenden una encantadora inocencia aunque luego sean máquinas del sexo. Luego ya empiezas con comedias románticas, actor y actriz de moda en Hollywood que hacen de losers, se enamoran y todo se arregla tras superar unos enredos. Cuando te haces mayor dejas de ver películas de esas. Creo. Y bueno, están las canciones. Ese sufrimiento, ese dolor, esa muerte continuada que supone amar a alguien.
Decía Oscar Wilde en una de mis frases preferidas: “los buenos terminan felices; los malos, desgraciados. Eso es la ficción”. No creo que haga falta añadir nada a esa frase. Lo único que diría es lo que repito siempre “amor es bien” y bien no quiere decir fácil, quiere decir bien. No obstante no será un paraíso ni tampoco sentirás mariposas cada día ni te quemarás por dentro a cada segundo. No te vas a quedar sin aire, vas a poder seguir viviendo y nada se va a desgarrar. Si la realidad fuese así, morirías o enloquecerías. Pero si prefieres coger referencias ficticias para compararte o relaciones que puedas tener idealizadas (otra forma de hacer ficción), te recomiendo que te apuntes mi correo para el futuro: asaval@cop.es
PD: El domingo escribe la primera invitada, “Lydia”, igual la habéis leído en comentarios. Sobre amor.
PD2: necesito disfraces, pelucas, algo de militar, médico, juez, sacerdote, barba postiza, adivino, cheerleader para el videoblog. GRACIAS. No pido crowfounding pero una colaboración pequeñita…
@saval_macian
Psicólogo Valencia.
Quizá pienses que sin esas ficciones “El amor es una mierda” pero te voy a dejar una canción para que acabes sonriendo el post de hoy.
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