Alaska, 2 de diciembre de 2020
Tenemos la obligación de saber sobre nuestros padres. Mis tres hermanos y yo les hemos preguntado mucho y nos hemos acercado bastante, aunque sabemos que hay un ángulo ciego, algo inalcanzable en sus biografías. Ana y Serafín, inquilinos de la periferia, la nueva obra de Factoría Los Sánchez y La Nave Va, cuenta la historia de mis padres. De Córdoba a Barcelona, en tiempos del hambre, todavía sin hijos, hasta que se instalan definitivamente en Benicarló, ahora hace dos años, coincidiendo con la incipiente demencia de mi padre. La juventud, la familia, el viaje, la vejez. Una pequeña epopeya vital compactada en una hora. Hay un momento en la obra en que mi padre se inca de rodillas y grita ¡Tierra! El público aplaude. El piso que le han concedido en Ciudad Badía (ahora Badía del Vallés) significa abandonar la miseria de la barraca del Carmelo donde viven. Parece que han encontrado al final un lugar en el mundo donde quedarse: ¡Un piso! Ese grito metaforiza uno de los episodios más imborrables que recuerdo de mi padre cuando yo tenia nueve años: la primera y única vez que le he visto llorar. Hacia el final de la obra vemos una imagen surrealista y no es una metáfora: el 21 de octubre de 2019 cae un balcón de un quinto piso en Badía. El balcón destapa una situación dramática: Badía es la ciudad con más amianto de España. El amianto quizás pueda ser una herencia del franquismo, pero no es el único ránquing que lidera. También es la ciudad con más paro y con la renta por habitante más baja de Cataluña. Mis padres consiguieron irse de Badía antes de que las barreras arquitectónicas les impidieran salir a la calle. Otros viejos no salen nunca porque de la puerta de su casa al ascensor hay unos tramos de escaleras insalvables. Para muchas personas, antes y ahora, la tierra prometida siempre fue un fake.
Ana y Serafín. No se la pierdan:
-Del 9al 12 de diciembre, 20h, en la sala Badabadoc (Festival Catbasur).
-28 de enero Teatro Principal de Castellón.
http://factorialossanchez.blogspot.com