821 | Todavía sé lo que hice el último verano.
El diario de Bruno Fernández.
Playa de Bascuas (Foto: Celso Bergantiño)
Nunca pensé que unas vacaciones diesen tanto juego como las de este año, donde por unas circunstancias u otras han pasado diversos detalles que no merecen ser olvidados.
Durante el primer artículo "Sé lo que hice el último verano" o he contado un pequeño resumen de como han sido estas vacaciones contando esos dos detalles que a muchos os llamó la atención y quisisteis que fuesen relatados.
Durante el segundo artículo "Aún sé lo que hice el último verano" os he narrado como fueron mis vacaciones en casa de mi hermana y ese pequeña aventura con tres portugueses que aparecieron durante mis vacaciones veraniegas.
Ahora… termino esta trilogía con "Todavía sé lo que hice el último verano", donde os contaré lo que pasó en la playa de Bascuas (Portonovo), eso sí, sin caer en lo burdo.
Cuando mi compañero de piso cogió las vacaciones, me había propuesto pasar unos días a Portonovo, al piso que tienen sus padres por tierras pontevedresas, a lo cual acepté encantado, porque allí estaba mi compañero Celso pasando unos días.
Me puse en contacto con él para decirle que iba a pasar unos días en Portonovo antes de volver al trabajo y que nos veríamos en la playa de Bascuas para disfrutar del sol, de su gente y de esos paseos por la playa donde pasamos charlando un buen rato.
Cuando dejamos el equipaje en el piso de los padres de Pablo, le mandé un WhatsApp a Celso para que saliera para la mencionada playa, me responde que va a tardar un poco porque viene andando ya que si va en coche tardaría más de lo prometido.
Una tarde en la playa, cuando la marea de esa playa baja, pues deja al descubierto otra playa haciendo que esa playa sea un poco más grande y así podíamos recorrer más camino.
El caso es que mientras andábamos por la arena me di cuenta de que dos personajes no nos quitaban ojo (calculo que uno tenía 25 y otro 30) y mientras dábamos la vuelta pues también noté que dieron también la vuelta.
Nos hicimos de rogar, fuimos a la toalla un rato para ver que sucedía y vemos que las dos personas se pararon para fijarnos en nosotros.
Le pregunto a Pablo:
-- ¿Esos querrán pasar un buen rato? –.
-- No sé, aunque visto lo visto parece que sí –. Me responde Pablo.
Celso al darse cuenta lo que pasaba y que no aguantaba más en la toalla decidió coger el móvil para escuchar música y "desconectar" un poco.
Salimos de la toalla para seguir caminando otro rato y los dos amigos también se apuntaron a la caminata, pero cuando llegamos a la otra playa que había tapado el mar pues dejaba al descubierto unas cuevas muy monas que merecían ser echas un vistazo.
Los dos amigos se colaron en una de ellas, haciéndonos insinuaciones para que nos apuntáramos a la "fiesta".
Si os soy sinceros yo esa tarde tenía ganas de fiesta y noté que mi compañero Pablo también estaba un poco excitado y Celso estaba a su aire, con los ojos puestos al mar.
Le comenté a Pablo si le apetecía meterse en la cueva para disfrutar, a lo cual él con dudas al principio pues al final quiso apuntarse.
Le comentamos a Celso si quería, pero su respuesta fue: "Pasadlo bien, yo os espero aquí".
Pablo y yo nos metimos en la cueva donde estaban los dos "ligues" y a medida que íbamos entrando notamos con las gotas del techo de la cueva poco a poco iba empapando nuestros cuerpos.
Pero en esta ocasión, no me estaba fijando en mi "ligue" sino que me estaba fijando en Pablo imaginando que la persona con quien estaba pues era un servidor, vamos… que no estaba lo suficientemente concentrado en darle placer a la persona que estaba conmigo.
Al cabo de 1 hora y después del "éxtasis" pues salimos de la cueva todo empapado y cuando vimos la luz del sol vemos a Celso sentado en una roca escuchando música.
Cuando nos pusimos al lado de Celso nos suelta: "A buenas horas, menos mal, pensé que me moría del asco".
Al cabo de unos días pasó lo que tenía que pasar bajo el título "Fue en un pueblo con mar".
Y bueno, hasta aquí la trilogía de mis vacaciones veraniegas, espero que os haya gustado estos tres artículos.
Bruno Fernández | @BrunoFdz