Seamos sinceros, la mayoría de nosotros estamos convencidos con Nietzsche de que detrás del alto y noble concepto de la verdad predominan los intereses. Todos hemos leído a Foucault, Deleuze y Derrida, y hemos aprendido de ellos que la lucha por la verdad no es más que un juego de poder, y que cada palabra tiene significados infinitos. Con esta intuición en el bolsillo espiritual, bailamos al borde del precipicio y proclamamos al mundo que la diversidad es mejor que una doctrina unificada y que todo el mundo debe ser feliz con “su verdad” siempre que deje vivir al otro con la suya. [ 636 palabras más ]
http://www.desdeelexilio.com/…/la-verdad-y-la-mentira-posm…/