Empezó en Querétaro, pero acá ha llegado a límites insospechados. Todo es de B. Cada cosa y cada evento, excepto su cama.
Recibió una caja registradora en su cumpleaños, con billetes, tarjeta de crédito y monedas: tres monedas, exactamente. Le digo "esta es de 25" y responde rápido "es de B".
Menciona que C le regaló la pijama que le estoy poniendo; aclaro: "te lo regalaron las nietas de C" y se apresura: "las nietas de B".
Silvia Parque