Quizá porque la tristezaImpulsa las velas deEste naufragio deseado
escribo como terapia. Lo sabía, no en vano soy
augur de desatinos:Que todo tiene un finalQue la soledad te barreComo el invierno la hojarascaQue provoca el otoñoY es necesario morirPara retornar al inicio frescoDe primavera , de nuevos airesDe buenos principiosSin embargo toda semillaGuarda memoria de su ramaDe su tronco, de su raízE imprudente repite la secuenciaEn cuanto halla abono a su simiente eterna
Es por eso que renace la pena
cada solsticio, cuando
se hacen pares día y noche
y entiendo que hay que empezar
de nuevo
Arrancando de la tierra los recuerdos
Ardiendo en feroces hogueras
para crear cenizas y olvidos
para que sean versos
tristes versos
aunque hablen de amor
Llegó el verano y crece la pena
y crece la esperanza por igual
y con otros vientos u otros soles
u otros nombres, te busco
entre la hierba que reanuda
la vida a mi alrededor
Caminé contra el viento
y recordé a Benedetti
y llegó el olvido
de las cosas innecesarias, del dolor
de la ausencia infinita de tus manos
en las mías
Amé contra el viento
con Bob Seeger
y recuerdo las promesas
que hicimos cuando éramos
jóvenes y aventureros
Y ahora, ya no camino, ni amo
en el fondo soy el viento
de las respuestas
el viejo viento del trovador judío
que sabía que todo cuanto preguntas
tiene respuesta en el viento
y así sobrevivo
soplando en el viento
buscando en la brisa
el olor de la sonrisa
que despertó estos versos
Sabes?
uno escribe para si y para otros
pero sólo sabe que las historias
no pertenecen a los actores
ni a los autores, ni a los paisajes
estas historias de tierra, de muerte
de amor y viento, de luz y noche
no tienen dueño, ni dueña
pertenecen al sentimiento
pululan en esta tiniebla
que a veces se convierte en luna
y deslumbra tu corazón o tu alma
y te propone un recorrido
por el lado amable o el lado triste
de tus recuerdos, de tu esperanza
de tus deseos