Y las cosas han salido mejor de lo esperado, la verdad. No he hecho excesivas locuras, (alguna hubo, por ahí) pero sí las suficientes como para darle un buen meneo a mi vida.He perdido el miedo a la soledad, a lo desconocido, a mí misma. He dejado de usar espuma para el pelo y ahora voy siempre rollo rey león. He aprendido a echarle cara a la vida y a recuperar la confianza en mi rizo moreno. Me he perdonado por todo. He olvidado y sin cargo de conciencia ninguno.
Pero aún quedan dos meses, como decía. Y estoy de vacaciones, y todo puede pasar.
Seré el felino más voraz y lo veo todo correcto.