Todos los años me llega una carta, pasado el invierno y su ronquedad

Publicado el 02 noviembre 2012 por Carmen


Todos los años me llega una carta, pasado el invierno y su ronquedad

Todos los años me llega una carta ataviada de color zarcillos de frutos aretes rojos y un canto adulador.

¡Cómo abruman los árboles desnudos!; no hay tonada en sus coros las hojas, acicaladas sin verdor, no hay fragancia en su fluido ni búcaro en flor. ¡Yo que con ella, reía y reía! de momento con ella, no puedo hablar, hecho en falta su vaina, llena de luz; esa estación es, mi dorada espiga con ella me siento ardiente, al ver, su complexión perfumada ¡ bálsamo, que disipa mi  fatiga! Me falta su llama, su nácar y su aíre, la esencia del clavel, la rosa, la tierra; sin ortiga, ¡ese combinado es mi dosis! esa luna bien pulida, traslucida y carmesí.

Todos los años me llega una carta que rezuma savia y ungüento, con armonía y caducidad. Nos has dejado los estantes desiertos  con la frialdad del invierno, y su ronquedad
Carmen Silza