Revista Diario

Todos somos homosexuales, incluso pansexuales

Publicado el 29 junio 2011 por Bloggermam

Todos somos homosexuales, incluso pansexualesSí. No me mires con esa cara de asombro. Si la homosexualidad hace referencia al amor entre personas del mismo género, tú eres homosexual. Y yo también lo soy. Todos somos homosexuales, mientras no se nos extirpe la humana necesidad de amar.
Probablemente ya haya captado la atención de alguien y sea el momento de decir que más que homosexuales, somos pansexuales, ya que amamos a personas de todos los géneros que hay.
El sentimiento hacia otra persona es universal. Todos amamos a muchas personas, independientemente del género que vistan. Sin embargo la moral acostumbra a clasificar todo en categorías para poder negar unas y ensalzar otras en función de los interese y miedos de quienes dictan las normas,  pervirtiendo interesadamente algunos sentimientos y las manifestaciones de los mismos.  Me causa especial gracia las religiones que propugnan el humano sentimiento del amor al prójimo, para a continuación cercenarlo, indicando qué prójimos pueden a amar a otros prójimos.
Amor filial, amor paterno, amor a los amigos (amistad), amor pasional, amor con apellidos que despistan. Todo en el fondo es afecto, afinidad, complicidad . Todo es el mismo sentimiento de amor al prójimo, al hermano, a un desconocido (te regale flores o no), a un amigo, a tu pareja.
El mismo sentimiento con diferentes grados de intensidad. Tienes amigos, pero no con todos sientes ese afecto con la misma intensidad, con unos es leve, con otros es mucho más intenso. No te preguntes si quieres más a papá o a mamá, ámalos por igual.
Lo que suele variar es la forma en la que manifiestas tu amor hacia otras personas. A un amigo le abrazas, a tu hermano quizás le beses, o al revés; a las parejas que vas teniendo les ofreces tu cuerpo al completo; a tus padres les abrazas, les besas o les saludas de lejos en función de lo que te hayan reprimido. Pero a todos ellos les amas.
Repartes tu capacidad de amar entre todos, con diferentes intensidades, con distintas manifestaciones físicas, pero les amas. Y no te fijas si son de tu mismo género  o diferente. Te da igual, porque para amar no reparas en el sexo, salvo que la represión te haya llevado a pensar en el sexo de forma obsesivo-compulsiva.
El sexo va por otros derroteros. El deseo sexual puede ir acompañado de más o menos afecto. Si en las relaciones sexuales hay afecto mucho mejor; como cuando juegas un partido (tenis, baloncesto, fútbol) con alguien con el que te sientes especialmente bien, en el que confías y que sabes qué movimientos va a hacer en cada momento.
Pasión, amor, afecto, amistad son diferentes formas de llamar al mismo sentimiento, en función de su intensidad, de quién sea el destinatario y del deseo sexual que nos inspirare. El resto son ganas de joder a la gente.
keagustitomekedao

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