Ella se incorpora da un suspiro y bostezando repite “mañana otra vez a lo mismo”. Al salir de la covacha, cruza el callejón y aspira el aire fresco de la noche; combinado con los orines de la esquina de la cuadra. Mira para ambos lados como si estuviera vigilada, saca un cigarrillo y tatarea una musiquita de esas viejas, mientras sus tacos resuenan entre la baldosa y el agua sucia de la calle. Mientras la veo alejarse hasta mañana.No lo niegues, eres igualita a mí, casi somos la misma, únicas en este mundo imperfecto. CORTA. “Ponte de lado y mirándote al espejo, imagina que no están las cámaras” le grita el director. Otra vez. AHORA. Mírame somos idénticas. Toma 44. QUEDA. “Terminé por hoy Don Celso, o hacemos otra toma más” pregunta ella. El director mira su imitación Rolex y bostezando les dice “Creo que por hoy es suficiente pueden vestirse las dos”. Entonces ella, al igual que todos los días, sale del cuarto para cambiarse. Al salir de la pieza se tropieza conmigo y entra a los vestidores. Alguien le pregunta “¿y qué te parece?”. Ella levanta sus hombros y sin siquiera mirar responde “nada, siempre lo mismo…” Sale por la calle que cruza la avenida principal, aspira lo mismos orines antiguos ahora mezclados con la nafta entre las calles. Sabe que el trasluz de los faros, no favorecen su perfil, mil veces bendecido por las cámaras de Don Celso. Busca su reflejo al correr entre vidrieras y aguas destiladas. Al llegar, por fin abre su puerta.
Gracias por sus comentarios y mails. He estado resfriada por eso recién cuelgo una entrada,
pronto me pondré al día con todos, un abrazo grande.