TOTTENVILLE
Los pasos se extravían
entre ecos sin voz,
sin fulgor,
altos hornos
de vestigios humeantes
habitan la zona industrial
de mis sentidos,
entre polígonos...
y metalurgias del alma,
enquistada de arpegios,
en un mundo residual
entresincopados latidos,
opacos,
enfebrecidos,
presos en la precisión
de bombas de relojeria,
herrumbre oxidada de la experiencia,
de lo que fuimos,
de lo que tornamos un todo indivisible,
en la secuencia final que parte
del desamparo del buque
desguazado,
en el que navegábamos...
atracado para siempre,
en Tottenville,
cautivo de los halos,
de las tejerías alzadas,
como arquitectura,
de cárceles sagradas,
imperecederas,
entre hidropesías
de los días masacrados
en arañar los muros,
buscando enloquecidos,
respirar en otros alientos
menos crucificados,
la imperecedera cualidad
de las noches infames.
Carmina Ral