Revista Literatura

Trabajo nuevo

Publicado el 07 agosto 2010 por Rodrigoyanez
- Disculpe la tardanza, tuve que atender un par de llamadas importantes. ¿Está esperando hace mucho?
- La verdad no. La secretaria de afuera dijo que era mi turno. Así que entré.
- Bueno, bueno. Mi nombre es Mónica Cabreras, soy la representante de ésta empresa y quisiera cersiorarme de que quien quede trabajando, sea una persona productiva. ¿Entiende?.
- Sí, señorita.
- Señora.
- Sí, señora.
- Veo en su currículum que tiene treinta años, Don Manuel. ¿Ha trabajado en informática antes? ¡Ah! Por supuesto, acá está. Veo que trabajó anteriormente con computadoras, pero según leo acá, usted no posée ningún título universitario. ¿Cómo lo hizo entonces?
- Bueno, señora Mónica...
- Mónica.
- Mónica...Bueno, Mónica. Tenía un contacto con un amigo, y él me puso en aquella empresa.
- Mala empresa ¿Ah?
- ¿Mala?
- Sí, mala. Somos mejores, claro. Los números lo dicen. Los contratos lo afirman, y el cliente se anima. ¿Entiende el sistema? Todo se trata de la producción.
- Ya veo.
- Lo noto un poco serio. Tómeselo con calma, que ésto es una simple entrevista.
- Gracias.
- Nada que agradecer, Manuel. Ahora cuénteme ¿Por qué cree usted que debería contratarlo? Convénzame.
- Bueno porque...
- Evitemos la parafernalia. ¿Sigue trabajando?
- Sí, pero busco un mejor trabajo.
- ¿Tiene familia? ¿Hijos?
- Soy casado y tengo dos niñas.
- Quiere el trabajo entonces.
- ¿Que si lo quiero? Obviamente que sí.
- Que bueno escuchar tanto entusiasmo. Éso me deja tranquila. Tenga en cuenta que trabajo hay, y mucho. Aunque si quiere afirmarse de verdad, debe responder a las horas extras.
- Sí, no tengo problema con éso.
- Bueno, acá está el contrato. Firme acá, acá, y acá.
- Dónde. ¿Acá abajo?
- Sí, ahí.
- ¿Tres firmas?
- Tres. Se ve que es un hombre de bien. Y apuesto.
- Gracias. ¿Y ésto que es?
- Éste es el documento de bienvenida a mi empresa. Bueno a lo que nos interesa. Debe atender vía internet la necesidad del cliente, y vía teléfono. Simple, y cuando le pida horas extra, simplemente se queda acá atendiendo en mi propia oficina. Por lo general, le pediré horas extra los días martes y jueves.
- Sí, ningún problema. ¿Las horas extras es el mismo trabajo?
- No, pero si noto que está haciendo bien el trabajo aparte, será bien pagado por sus horas extras.
- ¿Trabajo aparte?
- Sexo.
- ¿Cómo dice?
- Sexo.
- ¿Sesos?
- Sexo.
- Pero Mónica, usted...
- ¡Ay Manuel! La verdad de las cosas es que lo necesito. Vamos, que tan malo no puede ser. Tómalo así: No estabas satisfecho con tu trabajo anterior, tienes una esposa e hijos que mantener, y si cumples con tu trabajo, recibirás un sueldo que te mantendrá viviendo cómodamente. Un auto...una casa...¿Eh? ¿No suena mal, ah?
- Sí, pero lo de las horas extras...
- ¿Has escuchado hablar de la irresponsabilidad de los niños de la actualidad?
- ¿Sí?
- Por tu edad, diría que fuiste papá prematuro. Te cagaste la vida. Y me dices que tienes dos niñas. Bueno, a mi me pasó algo parecido. Tengo dos hijos hombres, y ahora tengo ya cuarenta años y soy separada. Pero tuve la oportunidad de estar parada donde estoy ahora, y puedo darme lujitos que cuando joven no pude.
- No entiendo lo que me dice.
-¿Te parezco fea?
- No, pero no la miré en ningún momento.
- Osea que no soy lo suficientemente atractiva para ti.
- Sí, es atractiva.
- Mira mis piernas. Las voy a cruzar para que mires. Y luego me miras a los ojos.
- ¿Qué está hac..? Ay, Dios mío...
- ¿Te parezco fea?
- No, Mónica...
- ¿Te gustan mis piernas?
- Sí
- Y así ¿Te gustan?
- Sí...
- Es un buen sueldo. No dejes pasar una oportunidad como ésta por cosas como la moral matrimonial. Sólo recuerda que ahora puedes hacer las cosas que no pudiste cuando eras joven ¿Sí? Tu mujer, y mi ex marido tienen la culpa. Hoy partiremos con horas extras ¿Ya?
- ¿Algo así?
- ¡Uy! Algo así, sí.
R.Y.

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