Revista Talentos
Mantenían una relación compleja, pero el envarado escritor nórdico nunca imaginó que la sangre llegaría al fiordo. Un pequeño matiz fue suficiente para transformar al envidioso traductor en su "asesino a sueldo". Cuando adivinó, entre líneas, aquel mensaje subliminal, convertirlo en móvil sólo fue un exagerado tic de deformación profesional.