Toda esa corteza cerebral, con toda esa cantidad de neuronas capaces de conectarse, ha dado mucho de sí. Nos ha servido para resolver problemas básicos de supervivencia. Los individuos que nacían con esa variación, a la larga, sobrevivían más. Pero la capacidad de asociación de ideas es una herramienta de carácter formal y flexible. También la utilizamos para entretenernos, incluso para elaborar teorías sin fundamento o bellas historias. La gran trampa consiste en pensar que por darnos cuenta de que existimos debemos ocupar un lugar privilegiado en un gran relato, con principio y final feliz. Nos seducen sin piedad las narrraciones que dan sentido a toda nuestra existencia y nos colocan en el centro. Como conocemos, somos mejores, estamos en otra categoría. ¡Qué facil es mezclar ideas, generalizar, interpretar signos, conectar e imaginar!