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Tramposos disfrazados de visionarios

Publicado el 28 marzo 2011 por Martinherzog
Tramposos disfrazados de visionariosDesde hace mucho tiempo no creo en superhéroes, eso lo dejé ya superado en mi niñez, donde aprendí que las personas son buenas o malas, brillantes o grises, alguna un genio, un Einstein o un Mozart. ¿Y qué se supone que es Adrian Newey?
Según la mayoría de entendidos de F1 del planeta, o sea, los 6000 millones de personas que habitamos la Tierra (¿dije 6000 millones? lo siento, ese dato es de cuando yo era pequeño, pero no tengo la más mínima intención de averiguar cuanta gente pisa el mundo en este momento), el señor Newey es un genio en el diseño de coches, un Aristóteles con ordenador y sin pelo. Pero yo, maldito carácter, no me creo las cosas, víctima sin duda de mi edad, y pienso que si muchas personas se empeñan en diseñar coches de F1, los pocos escogidos tendrán un nivel de conocimientos bastante similar, siendo la diferencia con el mejor (que no genio) lo tocante a la imaginación. ¿Y los genios, dónde quedan? Debo reconocer que alguno hay por el mundo, pero mirando a alguno de ellos, como el citado Mozart, se darán perfecta cuenta que a los genios se
les ve venir, y ya desde chiquitos, apuntan a que su existencia terrenal dejará una huella imborrable.
Pues a Newey, llamado ahora el “Leonardo da Vinci del diseño”, no se le ha visto venir como al resto de genios, estando casi siempre a la sombra y siendo vapuleado la mayoría de las veces por el gran rival Rory Byrne. Sí, como bien decía mi amigo Luis (F1ALC) en uno de sus magníficos escritos, Newey ha creado verdaderos troncomóviles para la F1, hasta que llegó a Williams, donde hizo grandes coches, como el bólido-ataúd de Senna, que batieron con regularidad a otros ya asentados, hasta que el nombrado Byrne le relegó a un segundo escalón, a la vulnerabilidad de la fría sombra.
Pero no tengo intención de hacer un repaso concienzudo a la carrera de Newey, porque todos saben de quién hablamos. Lo visto en el Gran Premio de Australia de 2011 me ha hecho recapacitar mucho, pensar en la temporada pasada, donde los Red Bull tenían una superioridad manifiesta en calificación, superioridad diluida después en gran parte en carrera. Y viendo la carrera de Australia, hemos comprobado que la distancia en calificación es todavía más grande que el año pasado, y eso frente a rivales muy buenos calificadores, como Alonso, Hamilton o Webber… ¡sí, dije Webber! Curioso es que las diferencias entre Vettel y Webber (vean su historia, sus primeros pasos en la F1, y comprobarán que si hay algo que el australiano sabe hacer bien es la calificación) sean tan grandes, lo que indica que hay una diferencia entre el coche de ambos pilotos. En el año 2010, ambos pilotos tenían una especie de marcha extra en la calificación, que les hacía casi inabordables para el resto de pilotos. Ya entonces pensé que podría haber gato encerrado, pero le di a Newey el beneficio de la duda. Pero hoy, han relegado a Webber a la oscuridad para que no existan los problemas de liderazgo que hubo en 2010 ¿y qué mejor forma de cortarle las alas en la que es su especialidad, la calificación? Un señor que no es una lumbrera en carrera, jamás inquietará al querubín dorado, Sebastian Vettel.
¿Pero por qué sigue existiendo esta diferencia, por qué está incluso aumentada? ¿Por qué solo se hace ese derroche de poderío en calificación? En 2010 ya se maquinó con algún invento que les hacía ganar alrededor de medio segundo en calificación, que no usaban en carrera porque la fiabilidad del coche se vería menoscabada. Con Ferrari la diferencia es clara, pues la Scuderia se ha hecho especialista en no inventar nada, yendo siempre a rebufo y mostrando la que es su gran baza frente a la imaginación: la solidez. Pero McLaren anda bien surtida de cerebros en el diseño del coche, e innovan, y tratan de hacer un coche para ganar a Newey, y en 2010 y lo poco que llevamos de 2011, se ha visto que en carrera tienen prácticamente el mismo rendimiento. Entonces ¿por qué esa diferencia brutal en calificación?
Creo que Newey está haciendo trampas, y tienen metido en el coche un cachivache-engendro-armatoste que les hace tener un punch extra en calificación. Ya sé, es una teoría que solo se basa en la corazonada y que no tiene fundamento técnico alguno, pero está asentada en el sentido común, que me dice, en su faceta de diablillo pegado a mi oreja, que Newey antes no era tan bueno y que ahora es el mejor de la historia, que me dice que algo no encaja en el puzzle definitivo, que me dice que Webber está en el equipo por lo que sabe y no por lo que vale.
A su tiempo…

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