Revista Talentos

Transición No, Transposición: De aquellos lodos, estos barros de ahora

Publicado el 06 diciembre 2013 por Miguel Angel Requejo Alfageme @MiguelARAlfagem

De pronto me doy cuenta de que hoy es el día de la Constitución y me encuentro en twiter una orgia de celebraciones, unos llamándola “marco de convivencia”, otros “convivencia en el marco” y algunos hasta deseando ir a trabajar con tal de hacerla de menos. Teniendo en cuenta que La Constitución ha sido la balsa que nos ha traído hasta aquí, me da la sensación de que no hay motín pero no todo el mundo confía en el rumbo. Y nótese que digo balsa y no bajel, ni crucero, ni portaviones. ¿Qué harían unos náufragos en semejantes barcos?Y además va y se muere Nelson Mandela, otra orgia de lamentaciones, panegíricos, loas, alabanzas y demás tonterías que se dice cuando alguien ha muerto y ya no nos puede hacer ni daño ni competencia. He buscado a ver si los del KuKusKlan habían dicho algo pero no he encontrado nada, ¡qué rencorosos son! Un amigo que no puede ver a los gitanos me ha llamado esta mañana para decirme lo condolido que estaba por su muerte y hasta Mariano Rajoy ha puesto un twiter lamentándolo, no sé si le habrá enviado un SMS a Bárcenas para decirle que tranquilo, seguro que él tanto tiempo como Nelson Mandela no va a estar en la cárcel, que nuestras leyes penitenciarias son un cachondeo, sólo hay ver a los últimos excarcelados, y que estará fuera en un plis-plas, que aguante que se hace lo que se puede. Yo, por si acaso le he respondido a Mariano para recordarle lo de su buen amigo. No quiero yo dejar pasar la ocasión sin poner mi granito de arena.En fin, esto de Mandela es como siempre. Se muere alguien de indudable valor humano y por un momento paramos en nuestra labor de esquilma y apaño, sacamos los pañuelos, nos sonamos los mocos y al día siguiente seguimos con lo nuestro. ¿Qué queda de Mandela? Pequeñas semillas que irán, las más, a parar al duro asfalto donde no germinaran. El legado de Mandela, El legado de Vicente Ferrer, El legado de Teresa de Calcuta, El legado de Fidel Castro, ¡no, coño, ese no!, ya me he dejado llevar, ¡Qué todavía no se ha vencido, mi hermano!, en fin, lo de siempre. Legados y fundaciones.Pero yo estaba hablando de la ConstituciónY como hoy es su día pues me viene al pelo porque yo de lo que quiero decir algo es del camino que con ella hemos recorrido. Un camino conocido internacionalmente como La Transición Española y que yo he rebautizado como La Transposición Española.Este no es un nombre puesto al azar y por capricho, es un nombre que ha surgido después de que en los últimos años se hayan concretado, y de qué manera, las sospechas que yo ya tenía.Si la Constitución era una balsa y La Transición el rumbo, ¿qué ha pasado? Fácil, salimos alegres y jacarandosos del puerto franquista, cargados de esperanza y dispuestos a ver un nuevo mundo y en realidad sólo hemos navegado unas millas en redondo, con el peligro de volver al mismo puerto pero con otros muelles.¿Por qué? Porque los que han dirigido la balsa estos años, o eran los mismos que ya había o tenían sus mismas muletillas, o eran recién llegados que una vez colocados en el camarote del capitán, una balsa muy especial ésta, ya se olvidaban de cubierta. Y claro, con semejante oficialidad, una ruta feliz y esperanzadora no ha sido posible. En las tormentas pequeñas se veía que aquello no marchaba y ahora que ha llegado la Gran Tormenta llamada La Crisis pues la balsa hace aguas por todos lados y lo que es peor hace aguas mayores.Nos engañaron, no era La Transición lo que hacíamos era la Transposición. Ahora que han pasado los años y los de antes ya no somos los mismos, aquello de donde estarán los ideales de antaño, se puede ver claramente lo sucedido. Lo explico.Se muere Franco, normal, que se le va a hacer, pero no se mueren los franquistas, pero esto no puede seguir igual, son muchos años, ¿qué hacemos?, nos conocen demasiado, muchos años jodiendo, estamos en la retina de todos, surge la idea: Nos transponemos. ¿Y eso que es? Damos un paso atrás y que den un paso adelante nuestros hijos. Fraga dice: ¡Y un huevo me voy a ir yo! Total que se quedan él y cuatro mataos más y los hijos del resto que reptando y casi con chupete siguen el sequito. Se produce la TRANSEl sequito se dirige al encuentro de la otra España. Que se sabía que estaba pero no se la había visto nunca a la luz del sol. La otra España era una juerga, hablaban de libertad y democracia, y una parte del pueblo estaba de acuerdo y la otra parte estaba como siempre por estar. Se encontraron. ¿Qué hacemos? En principio la otra España empezó con que si cabrones, hijos de puta, mamones y gritos de bienvenida parecidos. A lo que del sequito salió uno de los franquistas del montón conocido como Adolfo Suarez, acompañado del que Franco había dejado como rey, o sea Juan Carlos I, y dijeron: A ver, ¿queremos seguir igual o queremos cambiar?¡Cambiar, cambiar! Fue el grito unánime. De ahí nació lo del cambio y luego el cambio del cambio y otras mandangas.Y se pusieron a maquinar. Parieron la Constitución, Las Comunidades Autónomas, nació lo que nos dijeron que era la Transición y se pusieron todos de acuerdo en que sobre todo que las palabras democracia, derechos humanos, libertad y respeto al pueblo no dejaran de salir de sus bocas, que se notara que aquello iba en serio.Con aquel compromiso, la otra España, algunos de sus componentes no se dieron cuenta, había iniciado la toma de POSICION.Después de haber pasado casi cuarenta años desde que se murió el que nos tuvo aletargados durante otros casi cuarenta, es más fácil ver que aquel TRANS y aquella POSICION se han soldado y convertido en la TRANSPOSICION: Los de antes dejaron paso a sus hijos, sobrinos, nietos que se colocaron, si no se quiere visitar las hemerotecas basta con echarle un vistazo al PP o simplemente al gobierno actual y seguir los árboles genealógicos y los que llegaron se posicionaron, germinaron y dieron a luz. Los últimos vástagos, hermosísimos y robustos, en Andalucía, tierra de sol y alegría.Por eso nuestra balsa está como está hora: El PODER EJECUTIVO sumiendo a la población en la miseria con medidas, que sólo perjudican a los más pobres e indefensos y a la casi fenecida clase media mientras mete y mete dinero público en los bancos por una puerta y por la otra lo sacan los TRANS de siempre y los POSICIÓN ya no tan recién llegados.EL PODER LEGISLATIVO, correveydile del EJECUTIVO tirando pelotas fuera y haciéndose eco de la incapacidad e impotencia para gobernar una balsa cuando sólo querían hacer unos dinerillos.Y EL PODER JUDICIAL boqueando entre legajos y arremetidas de las fuerzas oscuras, que no dan abasto y los españoles empiezan a acudir a los juzgados extranjeros para solucionar sus problemas de justicia españoles, ¿cabe mayor afrenta para un país?Ante este panorama se pregunta uno: ¿Hay alguien aprovechable en la política española?No lo sé, no me atrevería a hacer un pronóstico.Se han omitido nombres propios y nombres de instituciones para evitar convertir esto en un cotilleo y porque son de notorio y público conocimiento, pues una de las características notorias de esta época que atravesamos es la desvergüenza y desfachatez con que lucen sus iniquidades los que deberían ser nuestros próceres ejemplares.

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