Trascender la pura realidad

Hay personas que dicen que no vivo mi realidad! La verdad es que sí la vivo, pues mi realidad no es más que lo que pienso, siento y vivo en mi día a día! La única diferencia entre muchas gente y yo es que trato siempre de buscarle el sentido profundo de lo que vivo, pues sin su sentido, nuestra vida no tiene color y, a veces, incluso asusta! Paseo por la mismas calles o parques o montañas o playas, pero simplemente no me conformo con contar mis pasos o el tiempo, sino que ando bien atento a lo que ven mis ojos y siente mi corazón, ante lo que ocurre a cada instante a mi alrededor! Y en él descubro la simplicidad de los acontecimientos, de los detalles… y trato de descubrir en ellos su verdadero sentido y así sentir interior e intensamente cada emoción!

La Naturaleza me muestra el devenir de la vida… desde el nacimiento espontáneo de una flor, al trasiego continuo de las nubes por el cielo, hasta la fugacidad de una ola que viene y va! Me fijo en sus ricos matices, en sus colores, en su aroma, en su textura, en su luz… y descubro en ello la riqueza de la vida y el privilegio de poderla disfrutar! La vida continuamente nos envía señales quizás sutiles, nos pone en frente aspectos para aprender lecciones importantes para aprender a vivir! Como que la vida es breve, simple y, a la vez, intensa! Que vale la pena vivirla tal como viene, sin mirar atrás y sabiendo hallar siempre el sentido profundo de cada cosa que en ella pasa, despertando nuestras emociones más ocultas e invitándonos a saborearlas y compartirlas, sin darles más vueltas, aceptándolas tal y como son!

Nuestra realidad exterior, que no es más que una ilusión óptica de nuestra mente, nos obliga a ver solo desde nuestros ojos, a pensar sobre ella, a buscar razones que entienda solo la razón! Y la razón, basada en nuestra experiencia, en lo aprendido, en lo que queda por llegar, no admite cosas tan obvias como lo que sentimos, lo que nos conmueve, lo que remueve nuestro corazón, hoy! La razón solo entiende de argumentos presumiblemente sólidos, de momentos apropiados, de sentimientos convenientes… olvidando, claro está, que lo que nos despierta a la realidad, nos aferra a la vida y al amor es, precisamente, todo aquello lo que la razón no entiende ni nunca entenderá! Aceptar solo a la razón es, al fin y al cabo, ver lo que a ella le conviene en cada momento, juzgar todo lo que sucede en él, rechazando lo que no tiene una explicación plausible y/o renunciando a lo que realmente sentimos en nuestro interior y, por tanto, dejando de vivir el ahora! Y eso no es vivir plenamente, sino vivir una vida a medias… o solo sufrir!

Trascender en la vida, en cambio, es vivir esa misma vida cotidiana, pero intentando no quedarse solo con lo razonable y aparente de nuestra realidad! Porque la realidad y nuestro mundo ya nos arroja a todo ello, sin darnos un respiro para mirar nuestro corazón y sentir profundamente lo que sentimos en su interior! O pensamos o vivimos, no hay más opción! Y vivir es sentir, no hay más! Puedes sentir amor o dolor, felicidad o infelicidad… pero eso nos hace estar bien vivos y estar atentos a lo que siente nuestro corazón ante lo que hay a nuestro alrededor! Podemos dudar lo que vemos… pero nunca renunciar a lo que sentimos!

Sí, es verdad, prefiero intentar vivir la vida desde dentro o desde arriba, buscando siempre ese sentido propio, mágico y trescendente ante la propia realidad! Hacer de lo más ordinario de mi propia vida algo extraodinario que confluya en mi realidad! “Baja de la nube, Miguel“, me insistía una buena amiga hace unos días! La verdad es que prefiero esa nube para ver las cosas desde arriba, que bajar a esa realidad donde la vida no tiene color, solo parece lo que es y donde todo es presuntamente falso e incluso las emociones se ponen en duda y deben justificarse ante la presunción de culpabilidad! Desde arriba o desde dentro, las emociones tan solo son lo que son, nos conmueve sentirlas tal como son y no es necesario pensar, escribir y/o hablar de ellas… una mirada basta para hacerlas realidad! La verdad es que prefiero mirar los ojos en la realidad de quien amo desde el corazón y en la realidad, porque es la única manera de llegar y conquistar su corazón!

En la realidad de mi corazón las cosas pasan siempre porque pasan, aunque no lo entienda la razón! Todo es intenso, perdura en el tiempo y responde a mi verdad! Lo supérfluo nunca puede llegar a ser esencial, un pensamiento nunca puede ser la realidad, el amor ya nunca se equivoca y la felicidad es de verdad! La soledad es bella porque me siento pleno yo en ella. El amor me hace compartir lo mejor de mí mismo, como la paz y el amor, la verdad de lo que siento hoy. Y, para entonces, mi felicidad ya no es algo solo efímero, ni el resultado de un esfuerzo, sale de mi corazón! Las emociones me mantienen vivo… y solo hay que dejarlas fluir! Mirar los acontecimientos desde dentro me permite apreciar la verdad, no dudar de lo que siento… y no juzgar las cosas que pasan solo por lo que aparentan o por lo que mi mente intepreta! Deberíamos hacer más caso a la intuición que nace del corazón y nuestra vida sería mucho más simple, espontánea y, sin duda, más feliz!

Yo hace tiempo que no recluyo la realidad de mi corazón en mis sueños. Los intento hacer realidad! Soy incapaz de vivir una realidad sin sueños y, solo cerrando mis ojos, vivir lo que me gusta soñar! Hoy mis sueños ya son posibles con los ojos bien abiertos, solo hay que tener el valor de soñar y desear hacerlos realidad, porque traen luz a mi vida! En cada uno de mis sueños se refleja la esencia de lo que anhelo en mi vida, cada día! Para ello debo abrir bien mis ojos y darme cuenta de la realidad de una vida ordinaria, pero vivida siempre como extraordinaria! Así, desde el corazón, siento en todo momento el amor, la libertad, la plenitud, la felicidad, que yacen plácidamente en mi interior y tan solo debo dejar fluir la vida para reencontrarme con esas personas, momentos y lugares con quien siempre comparto mis sueños y creamos juntos momentos de felicidad, pero ya en la realidad! Quizás vivir lo soñado es un riesgo, es verdad, pero la felicidad no es más que ese camino interior que, día a día, nos lleva del sueño a la realidad! Cambio un minuto de mi sueño hecho realidad, por todo lo que me queda de vida solo soñando, pero viviendo otra realidad ajena a lo que realmente siente mi corazón!

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