Trepando sueños y evitando quimeras

El gran teatro siempre fue el mundo… Calderón de la Barca.
Invitamos a nuestra mesa a convidados de piedra que traicionaron nuestra palabra y acción,  y hasta todos esos avisos que intentaron cobijarnos de pregones y estatutos de sangre, contra la implacable tragedia de la muerte y su condena, hicimos poesía.Bailamos con la Gran Comedia, y entre máscaras y afeites vendimos el alma.  Cobijamos a lazarillos y Pícaras Justinas, haciendo de Sade el primer Otello de la Historia.Nos sumimos a ese gran Carnaval,   y liberados y  bendecidos no evitamos sus Carnestolendas, y consumamos nuestra carne,  tras arrastrarla más tarde por callejuelas,  en estrellas amarillas y caperuzas asimiladas para el mismo fin, y otrora cubiertas en San Benitos, padres de una posterior guerra,  que sabíamos que ni en las páginas de ningún estatuto,  pese a nuestra sangre, dejarían de condenarse y condenarlos  a la hoguera llegada la Santa Cuaresma… y con el mismo fin.Más allá de las Controversias, vivimos el Carpe Diem, tras los Memento Mori, y las Vanitas y sus calaveras.Hoy la Historia se repite, judíos banqueros, moros en  concertinas… 92, 1609,  y con la memoria consentida e inerme en un 39-45, inspirada en gases de viejos estatutos de sangre inspirada en católicos reyes e inquisiciones. Ya no queda un jaque mate limpio tras Els Scachs d'amor. Y eso que Alfonso fue Sabio.Todo son trampas, y sin condena.Y por eso prefiero seguir con aquel  Garzón de Ida y su loable lucha contra las postreras sombras.Con la Poesía… en suma.Y seguir dando palos de ciego, como aquel Quijote muerto y ya olvidado.Y subiendo peldaños... y escalando quimeras, y queriendo y soñando sueños, destruyendo mundos, construyendo primaveras...Fotografía, E.M. Escalando sueños, Nov, 2013.