Revista Diario
Tres
Publicado el 08 mayo 2012 por Clau707Mamá coneja...No, no me he equivocado: Mamá Piojo no. Mamá Coneja.
Todavía no sé si en algún momento voy a caerme de la cama y darme cuenta de que esto es un sueño... o de si de verdad es real. Me lo repito mil veces: real, real, real... Mamá coneja.
He visto el positivo con incredulidad y asombro. Y he tenido la sensación de que flotaba... de que iba a salir volando. Tres hijitos... Ostras!!!
Ya había cerrado la "fábrica" y es absolutamente inesperado. Me había hecho a la idea de que el próximo bebé de la familia sería el de mi hermana pequeña, algún día. Tenía la seguridad de que antes de tener más hijos, tendría nietos (de hecho, esa era una de mis preocupaciones como madre de adolescente enamorada)... ¿pero más hijos? No nos cabía en la cabeza: "si ya estamos súper mayores... a los 35 años?? ni hablar". Nos ha dejado boquiabiertos...
Pero no sé de qué me asombro, si es que yo tengo la misma fertilidad que una selva virgen. Que soplas y ya. Cunde la semilla, florece la flor. No. No lo esperaba... y sin embargo ahora, después del shock inicial, ya me he hecho a la idea.
Con dos pérdidas anteriores en el segundo mes de embarazo y otras dos gestaciones complejas, debería estar aterrada. Pasé los embarazos de las piojitas con amenazas de mi útero... nueve meses rezando. Útero activo, reposo constante. Y sin embargo enfrento mi quinto embarazo con una sensación rara de poder. De que NADA VA A PASAR. Que este Piojín se ha cogido fuertemente a mí. Me siento como si fuera Popeye después de las espinacas. Puedo con todo.
Sé que nada está dicho; que es muy pronto. No quiero pensar en eso... lo que tenga que ser será y ya no tengo miedo. Cada hijo es una bendición, aunque se vaya antes de tiempo. Tiene tanto que enseñar con su diminuta presencia... No pienso en pérdidas; nunca es una pérdida, siempre queda algo. Y por eso lo cuento, aunque lo "prudente" aconseja esperar "no vaya a ser"... Pues yo no espero.
Por ahora sólo quiero pensar en el presente . En esas dos palabras que lo cambian todo: Estoy embarazada.