Normalmente los peques me ayudan con la repostería en casa, es algo que les encanta, de un simple bocata de nocilla les gusta hacer una mona (en Cataluña por pascua se regala un pastel adornado con pollitos, plumas, huevos y demás figuras hechas con chocolate). Ellos clavan el vaso en el pan de molde y van obteniendo sus formas redondas para montar las capas. Luego lo rematan con una última capa de nocilla sobre la que ponen bolitas y/o virutas de colores, cereales, barritas mikado o lo que pillen. No deja de ser un bocata de nocilla pero para ellos es una fiesta.
El otro día vino mi sobrina y AE decidió hacerse unos bocatas de nocilla para la merienda. Yo, que lo vi, me dije ¡los bocatas de pan Bimbo (en esta ocasión eran Panrico) hay que llevarlos cortaditos en triángulos! y ahí me tenéis cortando y colocando cuidadosamente los triangulitos. Para la segunda capa los corté otra vez a la mitad y cuando los iba a llevar a la mesa pensé les falta la última capa y las bolitas. ¡y se las pusimos!
A la que la Nancy patinadora lo vio fue corriendo a por su reciente vela de 6 años y se la plantó encima como si fuera un pastel. ¡y nos hizo cantar el cumpleaños feliz y todo!
PD- creo que entre los bollos y el reposo…¡me voy a caminar otro rato!