Futbolistas Agriculturados.- Jugadores que en muchos casos a simple vista intimidan, llevando en la mirada una severidad de pretoriano. Los hay algunos que olvidan entre los implementos deportivos, el peine, la navaja de afeitar o las tijeras. Lo suyo es machacarse en el campo, sin tiempo para arreglarse el pelo y que no se caracterizan precisamente por tener un estilo atildado o cuidado al vestir. No le temen a morder el barro o arriesgar el cuerpo en el combate. Integrarían esta casta, el ya citado Puyol, Diego Forlán, Carlos Tévez, Didier Drogbá, Raúl, etc.
Futbolistas Metrosexuados.- Son el estereotipo del balompié moderno, jugadores que no salen al campo sin antes haber pasado por el consultorio de un estilista. El viento y la lluvia les preocupa sobremanera, pues podrían arruinar el peinado que tanto les cuesta llevarlo. Son amantes de los flashes, la gomina y las gafas de sol. Lo suyo es el piruetismo y egoísmo en el campo de juego. Son los típicos elegidos en el ranking de los más deseados por las féminas. Y ocupan el tiempo libre en filmar anuncios de ropa interior. Encabezan esta especie, notables como Beckham y Cristiano Ronaldo, iconos por antonomasia de esta tribu futbolística. A los pasos agigantados que el futbol se está “urbanizando”, ya no quedarán más jugadores asilvestrados en el campo. Se imponen paulatinamente los asesores de imagen, los exhibicionistas y los teatreros del fútbol. A pesar de los defensores de esta forma moderna de balompié, y a pesar de los ingleses inventores, se pueden extraer algunas conclusiones: -Los “agricultores” (gente normal, de la calle, en palabras de Casillas) ganaron el Mundial, y se fueron a casa tranquilos. -Un "agrofutbolista" (Forlán), fue elegido merecidamente mejor jugador del certamen en Sudáfrica 2010. -Y los Gomina Boys, se fueron a casa más temprano, con más pena que gloria y con las manos traídas de los pelos.
