FÉCULA
Abriendo los tentáculos de su lengua vernácula sedujo aquel oráculo a la chica sin mácula. Tuvo lugar el vínculo según todos sus cálculos. Le comió toa la rúcula, le metió todo el báculo y al grito de “¡Qué rículo!” se vació los testículos.
OPÚSCULO
–¿Un óbolo?–¿Le va un ósculo?–Preferiría un vehículo.–Hay que apretarse el cíngulo.–Es usté peor que un forúnculo.–Hábleme bien, homúnculo.–Váyase usté a tomar pórculo.
SIN TÍTULO
–Críspulo, oh trémulo discípulo –dijo Aristóbulo–, oh cúmulo de células y de glóbulos, oh estímulo de los párvulos, oh Críspulo, coge tus pústulas y tus bártulos, mueve tus rótulas y tu fístula, y que mi brújula te lleve hasta esa nínfula cuyas ínfulas son mi férula, con este rótulo: “Tu óvulo, alada libélula, es el único digno para mi cánula”.
Imagen: Melody for the Primordial, de jasinski en deviantART