Trucos sencillos para adelgazar sin pasar hambre

Sorprendente cambio de Adele

Si ya has decidido que este año tienes que perder peso, ha llegado el momento de poner en práctica algunos trucos que te lo pongan más fácil.

Engordar o adelgazar depende, en gran medida, de la actitud que tengamos frente a la comida. La forma de elegir los alimentos, el tiempo que le dedicas a la alimentación, la capacidad de incorporar y mantener en el tiempo costumbres saludables y la cantidad de actividad física (deporte), son aspectos determinantes para despedirse definitivamente de los kilos de más. Pero seguramente nada de esto daría resultados sin una dosis importante de voluntad.

Penélope Cruz

Penélope Cruz en su peso ideal

Conseguir hacer de estos consejos un hábito, es fundamental para conseguir y mantenerte en tu peso ideal para siempre.

Construir hábitos saludables

• No comas de cualquier manera. Come sentada y dedícale un tiempo razonable. Si comes muy rápido, al terminar, no habrás dado el tiempo suficiente al cuerpo para sentirse saciado y querrás seguir comiendo.
• No comas en la mesa de la oficina o trabajando. Comer distraída en otras cosas, supone no poner atención en tu alimentación, la velocidad a la que comes, la masticación, el agua que ingieres y la cantidad de alimento, tienen que ser actos conscientes.
• Lleva los platos servidos a la mesa. Tener la fuente frente a ti, puede hacer que sigas sirviéndote o picando.
• En las comidas familiares o sobremesas, recoge la mesa después de comer y así no caerás en la tentación de seguir comiendo.
• Evita alimentos como el café, los refrescos con gas y el azúcar, que facilitan la retención de líquidos. Cuidado con la pastelería y las chuches.
• Debes aumentar el consumo de frutas, verduras, agua y realizar actividad física.
• Tomar infusiones naturales indicadas para perder el líquido acumulado te ayudará. Pregunta en el herbolario cuales son las más recomendadas.
• Respeta las cinco comidas diarias: Desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Esto ayudará a que tu metabolismo se mantenga activo todo el día. Comer más veces, menos cantidad es lo que recomiendan todos los dietistas.
• Haz un plan semanal de lo que comerás y apunta todo aquello que se haya salido de tus planes, así serás más consciente de lo que ingieres.
• Procura comer un poco de todo (sano). Come una porción de pan integral al día en la hora del desayuno. Otra de carbohidratos en la comida y sólo proteína a partir de las siete de la tarde. La verdura la puedes tomar a cualquier hora sola o cómo guarnición.
• La fruta es mejor que la comas por separado, es ideal para las comidas de media mañana y media tarde.
• Necesitas incrementar tu gasto calórico, por eso piensa en salir a caminar, montar en bici, patinar, apuntarte al gimnasio o coger un entrenador personal, cómo mínimo dos veces por semana una hora.
• Cada vez que tengas que salir de casa, párate a pensar si te puedes trasladar andando, evita utilizar el coche o el transporte público para todo.
• No utilices el ascensor, subiendo escaleras ejercitas el sistema cardiovascular, tonificas la musculatura de las piernas y los glúteos, quemas calorías y elevas tu metabolismo, ¡aprovéchalo!
• No hace falta aislarte ni obligar a toda la familia a hacer una dieta especial contigo. Comparte la comida de todos, bastará con adaptar tus platos para que sean bajos en calorías.

  Britney Spears

  

  Britney Spears en su peso ideal

Estrategias ante los ataques de hambre

• Toma mucho líquido durante todo el día. Al menos dos litros. Esto no sólo te servirá para hidratarte, que es fantástico también para tu piel, muchas veces se confunden la sensación de hambre y de sed.
• Mientras cocinas prepárate un aperitivo, ten a mano alguna taza de infusión, trocitos de apio, bastoncitos de zanahoria, tomate con albahaca o daditos de manzana verde. Así dejarás de lado la costumbre de ir picoteando de lo que cocinas.
• Hablar de lo que no puede comer sólo le dará más hambre. Procura no tener como tema de conversación las dietas que hacéis cada una y la comida que os preparáis.
• Un plato de sopa ligera o una ensalada de hojas antes de la comida te ayudarán a reducir el apetito y la cantidad de alimentos que comerás después.
• Si vas a salir de compras, llévate una pieza de fruta o unas galletas integrales bajas en azúcar en el bolso, ya que es más difícil elegir bien y no tentarte con el dulce.
• Para los momentos en que necesitas desesperadamente comer algo dulce, ten siempre preparada en la nevera gelatina para poder comerla sola o mezclada con frutas en trocitos. Es una opción muy socorrida.
• No te obsesiones.  Una vez a la semana, por ejemplo el sábado, relájate y come alguno de los alimentos que no te permites el resto de los días.

Ir a la compra

• Haz una lista con todo lo que necesita comprar. Así no te dejarás llevar por tu estómago.
• Lee siempre las etiquetas de los envases. Examina la cantidad de grasa, azúcar y fibra. En todo el día no deberías de consumir más de un 30% de grasas.
• Elige carnes magras, descarta el cerdo y controla la ingesta de carbohidratos: el pan (1 porción al día), la pasta (una vez por semana máximo), el arroz (1 porción por semana máximo), evita alimentos con azúcar, bebidas con gas y la cafeína y la teína (sustitúyelos por infusiones originales que no te aburran)

Elige alimentos sanos, bajos en calorías y con muchos nutrientes.

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