Tsurunoyu Onsen

Debo de confesar que a penas he visitado el norte de Japón. Es una asignatura pendiente, y mira que ganas no me faltan.
He visitado varios lugares de Kansai, he llegado hasta Hiroshima, Miyajima y he ido a Okinawa en un par de ocasiones, pero no al Norte.

Hace unos meses tuve finalmente la oportunidad de viajar a Akita y pasar unos días en Tsurunoyu Onsen.

Este onsen al parecer forma parte de “la asociación japonesa onsen ocultos” (traducción patallanera donde las haya) y ya que de oculto tiene poco (ya que se anuncian en todas partes) quiero entender que se refiere a onsen remotos. Y de eso si que tiene bastante.

Tsurunoyu onsen está perdido en las montañas de Akita, cerca del lago Tazawa.

Para llegar hasta allí desde Tokyo tomamos el Akita shinkansen hasta la estación de Tazawako y de ahí un autobús que nos llevó hasta Nyutou Onsen. Hay que llamar con antelación avisando de la hora a la que se toma el bus, ya que desde Nyutou Onsen hasta Tsurunoyu Onsen aún hay un buen trecho y hay que tomar otro pequeño autobús (del que se encarga el personal del Onsen) hasta llegar hasta este remoto destino.

La primavera tarda en llegar aquí, y aunque si no recuerdo mal, era finales de Marzo, la carretera que serpenteaba a lo largo de la montaña estaba flanqueada por unos muros de nieve que inspiraban respeto.

El bus hasta Nyutou Onsen, al menos el que yo tomé, hace un par de paradas a lo largo del Lago Tazawa para disfrutar de las impresionantes vistas.

Tsurunoyu Onsen dispone de varios tipos de alojamientos. Por un lado tienes el estilo Ryokan tradicional japonés, con varias habitaciones dentro del complejo principal y por otro tienen unas “cabañas” tradicionales japonesas donde te puedes alojar. Estas “cabañas” tradicionales forman parte de la sección más antigua del onsen y tienen varios cientos de años de antigüedad.

Se trata de estancias con tatami, techos altos y una pequeña ventana. En el centro de la habitación hay un irori (cocina-chimenea tradicional japonesa) donde a parte de poder cocinar la cena, sirve para calentarse si estás de visita durante el invierno.

Si siempre has querido saber lo que se siente estando dentro de una película de Kurosawa, esta puede ser una oportunidad única.

Lamentablemente estas habitaciones sólo están disponibles vía reserva.
Estando allí preguntamos si se podía reservar y nos dijeron que los fines de semana de los 3 siguientes meses estaban reservado y que no reservaban con mayor antelación.
Tal vez si vais entre semana sea más fácil alojarse en una de esas exclusivas habitaciones.

En fin, a parte de las habitaciones la atracción principal son los baños termales, y en particular el gran rotemburo (baño termal al aire libre) mixto.

Debo decir que esto no es un lugar para gente tímida, aquí uno se baña en pelotas rodeado de gente que desconoces. Y si bien hay historias de pervertidos y gente rara que puebla estos baños mixtos, nosotros no tuvimos ningún problema al respecto.

Si es cierto que hasta las 3 de la tarde los baños termales estaban demasiado llenos para disfrutarlos, ya que están disponibles para todos los públicos, no sólo para los que se hospedan allí y el acceso es bastante barato, 500 yenes sin o recuerdo mal. Sin embargo a partir de las 3 se cierra el acceso para los no huéspedes y entonces es cuando puedes entrar a relajarte en condiciones.

Amigos, pero lo mejor es cuando cae la noche y de cenar en condiciones y hacer la digestión sales a darte un último baño antes de dormir.

Sumergirte en el agua caliente mientras ves la nieve caer al rededor de ti en medio de la montaña es una experiencia increíble, y algo que sin duda recomiendo al 100%.