Quién me iba a decir a mí, cuando me deleitaba con el rock andaluz, sevillano, del grupo Triana, que mi primer viaje en avión aterrizaría precisamente en el aeropuerto de la capital hispalense por obra y gracia de un piloto real y de dos jóvenes ficticios, un Mauro al que su enfermedad mental no le impide enamorarse de una Laura hermosa y distante, silenciosa, fría desde que alguien le robó la inocencia y la empujó hacia uno de los múltiples barrancos de la locura.
Ya había estado yo en Sevilla por obra y gracia del entonces llamado Ministerio de Educación y Ciencia, que obsequiaba a sus nuevos funcionarios de carrera, a sus nuevos profesores ("agregados" era nuestra categoría dentro de la denominada Enseñanza Media) con obligatorios viajes por el suelo patrio, no menos de tres o cuatro años sin plaza propia en algún instituto, oficialmente en "expectativa de destino" (nuestro lema: conozca España gracias al MEC). En los sucesivos concursos de traslados anuales, normalmente se iba acercando este profesorado del que yo formé parte al lugar en el que deseaba dar clases de modo definitivo, pero no fue ese mi caso: comencé bien, cerca de mi tierra, en la cántabra y costera población de Castro Urdiales, mucho más lejano de Asturias el Almendralejo pacense que me correspondió en el siguiente concurso, donde enseguida me animó un colega del instituto "Carolina Coronado": "Mal lo vas a pasar aquí, asturiano; el año pasado casi no lo cuenta una profesora de tu tierra, en camilla la sacaron del aula, por el calor, y acabó el curso en un hospital de Sevilla". No está lejos Sevilla de Almendralejo, así que debí de pensar: "Voy a conocer el hospital ese del que acaso no salga vivo".
En el aeropuerto de Sevilla me recogió el entusiasta editor Manuel Ortega, y en su Mercedes llegué a Huelva, donde me esperaba el premio que le habían concedido a Mauro y a Laura ("No, Mauro, no la mataste tú", "Sí, fui yo, fui yo", "A Laura la mató su pasado, su belleza, alguien que debía protegerla, no tú"). Aunque el verdadero galardón lo recibí al conocer a Manuel Jesús Soriano Pinzón, a Rafael R. Costa, a Manuel Moya ...
Sí, sostengo que lo mejor de escribir con cierta fortuna son las personas ejemplares que a veces te permiten conocer personajes como los de Buenas noches, Laura; personas que en muy poco tiempo se te quedan de por vida (sin necesidad de volver a verlas) en el corazón del cerebro o en el cerebro del corazón, personajes ellas también, escritas para siempre en la parte dulce de la memoria.
Así que pienso en Sevilla al recrearme con esta canción pero me quedo en Huelva, con la silenciosa Laura y con el Mauro enamorado y con mis inolvidables amigos onubenses.
"Tu frialdad", Triana (Álbum: Un encuentro, 1980)
NOTICIA DE ÚLTIMA HORA (RECIBIDA CUANDO IBA A REPASAR LO ESCRITO EN "VISTA PREVIA"):
HOLA JOSE, HAS SIDO PREMIADO CON EL PREMIO TAGS:
https://marcialcandioti.wordpress.com/2015/09/04/premio-al-blog-premio-tags/
EL PREMIO NO TIENE REGLAS, LA IDEA ES COMPARTIRLO ENTRE LOS QUE NOS LEEMOS, LO CUAL LO HACE CASI UNIVERSAL, EN EL SENTIDO QUE UNOS LEEMOS A OTROS Y OTROS A OTROS DIFERENTES, EN COMÚN.
ABRAZOS,
MARCIAL :)
NO SERÉ YO QUIEN MODIFIQUE LO EXPUESTO POR MARCIAL, SIEMPRE TENDIENDO PUENTES. AHORA BIEN, ¿CÓMO HAGO DE ESLABÓN CONCRETO SIN CONTAMINAR EN EXCESO LA IDEA? A VER, A VER... ESTÁ ESTO VERDADERAMENTE JOD..., DIFÍCIL. COMO NO SE ME OCURRE NADA MEJOR, ¡PREMIADOS POR MI PARTE QUIENES DEJEN UN COMENTARIO EN ESTA ENTRADA! PREMIADOS Y AVISADOS AL MISMO TIEMPO, MIRA POR DÓNDE YA NO ME PARECE TAN POBRE MI OCURRENCIA (EN EL SUPUESTO DE QUEDAR DESIERTA LA CITADA CATEGORÍA, SE CONSIDERARÁN PREMIADOS QUIENES SIMPLEMENTE LE DEN AL "ME GUSTA" AUNQUE NADA DE TODO ESTO HAYAN LEÍDO).
(LO DE LAS MAYÚSCULAS ESTÁ DEDICADO A MARCIAL, QUE TIENE PROBLEMAS CON LA VISTA, COMO YO: MALO ES LLEGAR A VIEJO PERO ES PEOR NO LLEGAR, COMO REPETÍA MI ABUELA MATERNA, OTRA DE ESAS MUJERES INVENCIBLES, LAS QUE PIERDEN BATALLAS PERO NO GUERRAS)
"Aquí te quería ver yo".
"Ya me he dado cuenta, ciego".
"A ver cómo sales de esta".
"Saldré sin salir".
"No te entiendo".
"Por ahí van los tiros, por ahí".
"Por dónde".
"Quienes me siguen, más o menos fieles, ya saben que en estos artículos impera la dispersión, el revoltijo, y que, por tanto, debido a su inutilidad, no añadiré una categoría nueva a la barra lateral o columna (situada a la izquierda por los responsables de este tema o plantilla de WordPress) ni dividiré la entrada en dos".
"Allá tú. Pero que figure en "Música"...".
"Ahí se queda. ¿No hay una canción? Pues eso".
"Dentro de poco, este blog será un laberinto, un laberinto en el que nos quedaremos solos pues nadie sabrá dónde encontrar nada".
"Dentro de poco no, ciego".
"¿Que no?".
"Ya es un laberinto".